martes, noviembre 5, 2024

Vaya manera de empezar el año…

Un terremoto de magnitud 7.5 en la escala de Richter sacudió Japón.  Nación que, acostumbrada a los movimientos telúricos, es, por ende, vanguardista en la prevención de los desastres….

Razón, por la que, a pesar de la fuerza del sismo, hasta el momento reportan 4 personas fallecidas y 2 más que resultaron heridas y se reportan graves.  Pero…

Qué indica que fue de magnitud 7.5; en una escala de cuánto y qué significa eso.  Lo primero que encontré, fue que la escala de Richter técnicamente no tiene límites, es decir, que puede ser grado mil o 10 mil.  Pero establece que Grado 9 es catastrófico Y que la escala la estableció Charles Francis Richter (1900 – 1985) en 1935…

En México ya no se usa el término Grados Richter desde 1986.  En su lugar se designa como Magnitud y el número.  No lo he averiguado, pero me imagino que a alguien se le debe de haber ocurrido semejante cambio tan trascendente; pero parece que nadie le hace caso…

Por cierto, que el terremoto más fuerte registrado en el mundo, fue de 9.5 Grados Richter en Chile en mayo de 1960, conocido como el Terremoto de Valdivia, que dejó devastada la Ciudad.  Y el posterior tsunami acabó con lo que quedaba.

Contrastes…

Mientras en Israel, el Ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, propone eliminar al 90 % de la población de palestinos en Gaza, para que sea ocupada por israelitas y “se haga florecer al desierto”…

La líder de Taiwán, Tsai Ing-wen, ante ladecisión de Pekín de reunificar China, determina que “los lazos con China deben de decidirse por la voluntad del pueblo”.  Y agregó: “Después de todo somos un país democrático”…

Lo que parece ser una jugada maestra en el tablero de la diplomacia.  El problema consiste, en ¿qué pueblo es el que va a decidir las relaciones con Pekín? ¿Solo los taiwaneses; o todos los chinos?  Pero, aun así, es un punto a su favor…

“La paz más desventajosa, es mejor que la guerra más justa”. Erasmo (1466 – 1536)

Este año va a estar peor que el que acaba de terminar.  ¿Por qué? Porque las cosas no van a cambiar mientras el pueblo no cambie.  Somos un pueblo enfermo.  Las clínicas y hospitales están siempre llenos…

Las enfermedades son un gran negocio.  La industria alimenticia provee a los enfermos y la Industria químico-farmacéutica los cura.  Negocio redondo.  Y todo autorizado por los gobiernos, que se benefician con los impuestos, a costa de la salud de los ciudadanos…

Pero el mejor de todos, porque todos van a dar al negocio de la muerte.  No necesitan promoverse.  Nunca se ha visto a un grupo de chicas guapetonas afuera de una funeraria, bailando y promoviendo los servicios…

Industria Funeraria que se ha visto lastimada económicamente por tantos entierros clandestinos que hay por todos lados.  Donde se les ocurre escarbar, ahí encuentran restos humanos…

¿Qué va a cambiar?  De aquí a las elecciones habrá mucho desorden.  Se trastocará el orden de las cosas.  La violencia estará sentada en la mesa de juego y seguirá ganando las partidas.  Está imparable…

Y eso que todos los días, los que entienden de seguridad se reúnen de madrugada en el usurpado Palacio.  O, mejor dicho, los que disque entienden de seguridad; porque las cosas cada vez están peor…

Y no muy van a cambiar; cuando, por un lado, si ganan echándole montón a la otra pobre que no sabe en la que se metió -aunque tampoco ella-…

Y finalmente todos son los mismos.  Como los futbolistas, solo cambian de camiseta.  Y las cosas no van a cambiar con los mismos; no pueden cambiar.  No se puede ser tan ingenuo, que se crea que siguiendo por el mismo camino se va a llegar a un destino diferente…

Pero sin duda que será un año muy interesante.  Tal vez nos veremos arrastrados a situaciones que nos involucren de un contexto que puede ser algo más que incómodo.  Pero si llegamos a fin de año, nos irá bien.

De salida…

Así como el Presidente de la SCJN y los Ministros, no deben de pertenecer a ningún Partido Político -lo que no sucede; y menos ahora que el Ejecutivo descaradamente acaba de nombrar a Lenia Batres-…

Porque aquí; las Leyes son a modo.  El “no me salgan con que la Ley es la Ley”, es ya todo un clásico sin necesidad de jurisprudencia…

La Ministra Presidente Norma Piña es quien podrá garantizar el Estado de Derecho, en el que sin duda todos queremos vivir.   

Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.

otros columnistas