domingo, noviembre 17, 2024

Los 300 millones que Cuitláhuac dijo que dejó Winckler en la Fiscalía no están

* ¿Mintió el gobernador y nunca existió ese dinero o lo desaparecieron?

* Ahora, hasta la FGE y la Sefiplan lo desmienten

Marco Antonio Aguirre Rodríguez

¿Te acuerdas que el 31 de enero el gobernador de Veracruz anunció que Jorge Winckler Ortiz (el exfiscal de Veracruz en el bienio de Miguel Ángel Yunes Linares) tenía escondidos 300 millones de pesos en la Fiscalía de Veracruz, presumiblemente para financiar campañas electorales de su grupo político?.

Pues bien, resulta que nadie sabe nada de esos 300 millones de pesos.

Oficialmente.

Por un lado, la Fiscalía negó la existencia del dinero en un documento de respuesta a una solicitud de acceso a la información, por el otro, el titular de la Secretaría de Finanzas, José Luis Lima Franco, negó la existencia del recurso, tan sólo dos días después de las declaraciones del gobernador, en una entrevista bnaquetera.

Esto puede implicar dos cosas:

1. Nunca existieron esos 300 millones de pesos. Nada más tuvieron forma en la cabeza de Cuitláhuac García, en su imaginación. O sea que mintió deliberadamente o bien por alucinación.

O

2. Entre los funcionarios de la Fiscalía, el gobernador y la Sefiplan desaparecieron esos 300 millones de pesos, sin dejar huella

¿Qué pudo ser lo que pasó con todo ese dinero?

Cualquiera de las dos cosas, es grave, muy grave.

La primero implica que tenemos un gobernador mitómano, o que alucina.

La segunda significa que tenemos un gobernador que ya casi se descaró en los hábitos de substracción de los recursos públicos.

LOS 300 MILLONES QUE CUITLÁHUAC DIJO QUE DEJÓ WINCKLER EN LA FISCALÍA NO ESTÁN

Ese día 31 de enero, Cuitláhuac García con cara circunspecto, hasta dio una conferencia de prensa para anunciar el hallazgo del dinero.

El mandatario estatal señaló, con su forma de hablar característica, que: “A la fiscalía general, en 2019, mi presunción es que le dieron recursos para financiar campañas (…) Tenía 300 millones de pesos escondidos Jorge Winckler”.

Ese día hasta se atrevió a decir que “hoy lo puedo probar. Hay pruebas. Los tenía escondidos, no se los llevó, no le dio tiempo”.

Sin embargo, no proporcionó detalles sobre la ubicación exacta del dinero, limitándose a indicar que se encontraba en las instalaciones de la fiscalía y que no fue utilizado.

¿MINTIÓ EL GOBERNADOR Y NUNCA EXISTIÓ ESE DINERO O LO DESAPARECIERON?

Si el gobernador decía tener pruebas de la existencia de ese dinero, y nunca las presentó, como tampoco mostró los recursos, se fortalecen las dos versiones.

Si las pruebas no existieron, al igual que el dinero, esto es síntoma de que tiene fuertes alucinaciones.

Si las pruebas existieron, al igual que el dinero, ¿qué pasó con las mismas y con ese recurso?, ¿quién lo sustrajo sin declararlo a las instancias pertinentes?, ¿quiénes los hicieron desaparecer?.

¿Qué fue lo que realmente pasó con esos 300 millones de pesos?

¿Será acaso que como supuestamente eran para campañas políticas, se lo entregaron a Claudia Sheinbaum y a Rocío Nahle?.

¿Alguna de ellas estará dispuesta a validar que el dinero si les llegó?

AHORA, HASTA LA FGE Y LA SEFIPLAN LO DESMIENTEN

Algo sí es cierto.

Esos 300 millones de pesos no están en la Fiscalía.

Tampoco ingresaron a la Secretaría de Finanzas y Planeación.

En la Fiscalía General del Estado (FGE) de Veracruz, el Oficial Mayor, Jorge Raymundo Romero de la Maza, al responder una solicitud de información pidiendo detalles sobre esos 300 millones de pesos, simplemente dice:

“Al respecto, hago de su conocimiento que, en los archivos de la Dirección General de Administración de la Fiscalía General del Estado, no obra información acorde a lo solicitado”.

O sea que no están los 300 millones ni tampoco tienen información de que ocurrió con los mismos.

Prácticamente está diciendo que ahí nunca hubo ese dinero.

Entonces, ¿Cuitláhuac mintió?, ¿o Cuitláhuac sí sabe a donde fue a parar ese dinero?.

Lo que apunta el funcionario de la FGE, es acorde con lo que declaró el titular de la Sefiplan, José Luis Lima Franco, el 2 de febrero: “Nosotros no conocemos; si hay un recurso ahí, se podría revisar”, dijo simplemente.

Aunque puede haber dos posibilidades más:

1. Ya sabían que se preparaba la liberación de Winckler y le comenzaron a preparar otro delito para mantenerlo preso.

2. Alguien engañó a Cuitláhuac.

¿Y SI TODO FUE UNA JUGADA PARA MANTENER A WINCKLER EN PRESIÓN O ENGAÑARON AL GOBERNADOR?

Lo de la posible liberacion del exfiscal, podrían haberla visto venir, por lo mal armado del caso que se le sigue por los presuntos delitos de desaparición forzada y privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro, y por los cuales estaba preso en el el Centro Federal de Readaptación Social no. 1, El Altiplano.

Como ha sido característica del gobierno de Cuitláhuac García en su persecución a rivales políticos, cuando los mismos están por salir en libertad, les preparan una nueva denuncia para mantenerlos en prisión.

Por eso es que su gobierno pelea porque se mantenga la prisión preventiva oficiosa, porque mediante la misma es que mantienen en prisión a muchas personas.

La defensa del ex fiscal había logrado que la medida cautelar fuera modificada y con ello había logrado llevar su proceso anterior en prisión domiciliaria, con el pago de una garantía de 200 mil pesos y otras medidas preventivas.

Sin embargo, después de la audiencia de liberación, Jorge Winckler fue detenido nuevamente el 16 de febrero, ahora por el delito de tortura, por hechos ocurridos en mayo de 2018, cuando ocupaba el cargo de fiscal.

Entonces, lo de los 300 millones pudo haber sido “una jugada” para fincarle un nuevo delito al exfiscal, pero como ya no fue necesario, ese dinero desapareció igual que apareció, porque nunca existió.

La otra posibilidad es que algún funcionario deL gobierno de Cuitláhuac, o la misma fiscal Verónica Hernández Giadnas, lo hayan engañado, bien por mala voluntad o por ineficacia. Y cualquiera de las dos causas es grave.

Pero esto se ve poco probable, porque si hubiera sido así, hubieran corrido a alguien, de muy mala forma.

Entonces, lo que sigue prevaleciendo son las primeras dos formas:

1. Nunca existieron esos 300 millones y Cuitláhuac mintió o los alucinó.

O

2. Los desaparecieron entre la fiscal, el gobernador y el titular de Sefiplan.

¿Qué pudo ser lo que pasó con esos 300 millones de pesos?.

Lo que sea, esto nos muestra que el gobierno de Cuitláhuac tiene muchas carencias, deficiencias y fallas.

O sea que quien se siente el gran místico de Veracruz, es quien las fomenta y permite.

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