Se dice, y se dice bien, que si se aspira a militar en política una de las primeras condiciones radica en aceptar que en la contienda electoral se ventilarán acciones y pensamientos de quienes en ellas participan, tal cual ocurre ahora con Rocío Nahle la candidata de Morena al gobierno veracruzano, a quien le comienzan a ventilar acciones de su muy reciente ejercicio como secretaria de energía y otras más relativas a la publicación de una parte de su abultado patrimonio, y también acerca de su aventurada incursión como “constructora” de una refinería y del recurso fiscal ejercido en la asignación de contratos. Por ahora, Rocío Nahle nada ha dicho respecto a sus propiedades, pero ya apareció un reportaje de León Ramírez, reportero de Animal Político, sección El Sabueso, en donde se subraya: “Es falso el dicho de Nahle sobre el combustible”. Asegura: “Rocío Nahle, candidata a la gubernatura de Veracruz y exsecretaria de Energía, mintió al afirmar que México ya no hace importaciones de turbosina –un combustible utilizado en la aviación–, gracias a las refinerías de Pemex”. Al contrario, señala Ramírez: “México no ha dejado de importar turbosina, y en 2023 ingresó al país un promedio de 56 mil barriles diariamente, mientras que Pemex generó 36 mil barriles. La exsecretaría de energía había afirmado: “Toda la turbosina que se vende en México sale de las refinerías de México, nosotros no estamos importando turbosina, se está generando, la está produciendo aquí en México, la vende Pemex”. Rocío Nahle hizo esta afirmación en una entrevista para el canal de YouTube El Chapucero…> Pero la desmiente: “Datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA, por sus siglas en inglés) muestran que el país exportó 18 millones 700 mil barriles de turbosina a México en 2023, unos 51 mil barriles diariamente”.
Nada de extraño sería que su tránsito de la secretaría de energía a la candidatura morenista al gobierno veracruzano pudiera ocasionar que salgan a flote posibles irregularidades durante el desempeño de Rocío Nahle al frente de esa secretaría de despacho, principalmente en su condición de responsable de la construcción de la refinería de Dos Bocas. Por cierto, esta última responsabilidad, en vez de acarrearle alabanzas (como quizás lo esperaba en términos de presumirlo) le está ocasionando serios cuestionamientos, empezando por la pésima planeación de un proyecto cuyo límite de construcción estaba tramitado a tres años con un costo de 8 mil millones de dólares, sin embargo, resultó con acentuado desfase en tiempo (más de cinco años) y costo (más del doble) que cuestionan con mucho la forma de diseñar un proyecto multimillonario. Todavía más, la compra de la refinería en Deer Park a un precio de 600 millones de dólares pone en evidencia lo desacertado de Dos Bocas, pues refina 340 mil barriles diarios, los mismos proyectados para la Olmeca, pero a un precio más de 20 veces menor a lo gastado en Dos Bocas. Es decir, nada para presumir, porque al pueblo de México esa refinería le ha costado mucho muy cara, más lo que venga. Para la candidata de Morena ese bagaje (abultado patrimonio en bienes raíces y cuestionable desempeño en el servicio público) está resultando un fardo bastante pesado y muy difícil de disimular con el silencio.