martes, noviembre 5, 2024

Un pararrayos llamado Miguel Ángel Yunes Linares

Cuánta verdad encierra el dicho “Cría fama y échate a dormir”.

El Centro Virtual Cervantes explica su significado: “Una vez que se adquiere buena fama, poco trabajo cuesta conservarla, pues no se da crédito ni a la evidencia que merecería descrédito”.

Otro refrán dice: “Por un perro que maté, mataperros me llamaron”.

En pleno proceso electoral, aparte de Rocío Nahle, Pepe Yunes y Arturo Castagné hay una cuarta figura pública que atrae la atención: Miguel Ángel Yunes Linares.

El exgobernador, para el oficialismo (cuitlahuista y nahlista) está convertido en el “malo” de la película; para el frente opositor, en especial para Pepe Yunes, el pararrayos perfecto.

Me llama la atención cómo todo lo malo que le sucede a Rocío, incluso lo que ella y los suyos hacen mal, se lo atribuyen a Miguel Ángel.

Ciertamente, su fama no es gratuita. A su paso por la función pública, en especial por el gobierno, dejó constancia de ser un hombre de mano dura.

De lo que ahora lo señalan, hasta fue previsor: por iniciativa suya se creó en el gobierno de Patricio Chirinos la Subdirección de Seguimiento de Medios y Estudios de Opinión, el famoso, en su tiempo, SSMEO, a cargo de un hombre con una gran preparación y formación, ad hoc para el cargo: Enrique Ampudia Mello.

En este espacio lo he narrado alguna vez: su función práctica era llevar el pulso al día, minuto a minuto, segundo a segundo, de todo lo que sucedía en el estado, para, de ser necesario, actuar en consecuencia.

Como reportero me tocó ser testigo, estando con Yunes Linares en su oficina de la entonces Secretaría General de Gobierno, cómo, aunque fuera muy entrada la noche, si le reportaban que al día siguiente habría una protesta, por ejemplo, en Pánuco, a esa hora despachaba operadores políticos para que se fueran a desactivarla.

Entonces no había vías de comunicación como ahora. Los operadores, quienes viajaban toda la noche, tenían experiencia en negociación y se les dotaba de facultades para decidir. Atendían el problema, si era necesario ofrecían traer a Xalapa a los líderes o dirigentes donde se les recibía en palacio de gobierno, se les ofrecían soluciones, en general, se resolvía. Por eso el gobierno de Chirinos prácticamente nunca vivió protestas públicas.

Lo que se hacía era dar seguimiento a lo que se publicaba en la prensa o se decía en la radio y la televisión sobre algún tema que pudiera derivar en un problema y se atendía de inmediato. Siempre se iba delante de los potenciales problemas.

En el SSMEO se iniciaron trabajando jovencitos de entonces, algunos todavía estudiantes como Miguel Valera, Teddy Palacios, Alejandro Ortega Arturo Reyes hijo, los hermanos Francisco y Tito Sarmiento, que después crearon el medio Parando Oreja en Martínez de la Torre, María Celia, entre otros, todos comandados en forma directa por Eutiquio Franco. Esa subdirección fue creada para prevenir problemas y funcionó con éxito.  

Pero también, Yunes Linares creó el famoso “Palomar”, un área que funcionaba en los altos del Palacio de Gobierno, desde donde se monitoreaba y daba seguimiento a todos los políticos que se movían en el estado, incluyendo a los de casa, ya ni se diga a activistas sociales y a todo aquel que tuviera alguna relevancia en la vida política de Veracruz. Ahí se hicieron famosos como “espías” Jorge Ramírez, el famoso “Patotas”, y Francisco Sarmiento, hoy en el C-4, padre de una regidora del ayuntamiento de Xalapa, quien nos investigó y alimentó los expedientes de todos los periodistas de entonces.

Desde ahí se vigiló siempre, por ejemplo, cada vez que vino al estado, al famoso sacerdote jesuita David Fernández Dávalos, quien fue director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, luego rector de la Universidad Iberoamericana sedes CDMX y Puebla, así como del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente, el famoso ITESO de Guadalajara. Y eso que Yunes era amigo de otro religioso de fuste, el ideólogo de la Teología de la Liberación, Sergio Méndez Arceo. A Fernández Dávalos le ponían “cola” desde que se bajaba del ADO, hasta que se iba.

Ahí empezó la leyenda de Ampudia Mello y de Yunes como “espías”. Con el paso de los años se separaron y hasta de convirtieron en adversarios políticos, Miguel Ángel llegó a la gubernatura y hoy es, para el cuitlahuismo, no solo el “espía” por excelencia, sino también el peor agente del mal.

¿Miguel es el causante de todo lo malo que hay en la campaña de Rocío Nahle? No lo creo. Claro que sabe actuar y hacer daño político si se lo propone, y no dudo que de vez en cuando le tira por ahí alguna rolita. Creo que, en cambio, es el señuelo perfecto de los enemigos de la zacatecana, o de los que están dolidos con ella (¿Eric Cisneros, Eleazar Guerrero?), para pegarle, sabiendo que nadie los va a voltear a ver y en automático le van a echar la culpa al exgobernador.

Por su fama, a la vez le sirve de pararrayos a Pepe Yunes. Nadie cree que el de Perote, fuera del debate, es capaz siquiera de darle un pellizco a Chío, porque esa acción está reservada para atribuírsela al de El Estero. Así, Pepe va viento en popa adelante y creciendo sin que nadie lo moleste.

Mientras, Yunes Linares guarda silencio y se mueve y moviliza con mucha reserva, no ha sido estridente ni le ha lanzado una sola puya directa a Nahle, salvo mencionar alguna vez que debe ser un veracruzano quien gobierne Veracruz. Me atrevo a pensar, porque creo conocerlo algo, que incluso se divierte viendo la inexperiencia, la impericia, el desconocimiento que tienen del estado y la falta de oficio político de Rocío y su equipo, saber que solitos se caen sin necesidad de que nadie los empuje y no los considera de nivel ni de su nivel para ocuparse de ellos.

(En una de sus últimas fotos, paseando un perro en la playa del puerto, me recordó a El hombre que amaba los perros, sin duda la mejor novela, extraordinaria, del escritor cubano Leonardo Padura, el mejor escritor cubano vivo, quien narra la vida de Ramón Mercador, el asesino de León Trotsky, que terminó sus días en La Habana, de incógnito, y que cuando salió de Moscú, donde se había refugiado tras pagar su condena en México, llevó consigo dos galgos que paseaba en la playa habanera.)

Por eso considero un error la ceguera de los nahlistas-cuitlahuistas, que no tienen capacidad para ver que son ellos mismos los causantes de sus errores, de sus problemas y de sus fracasos, o que no se atreven a reconocerlos y se les hace

fácil echarle la culpa de todo a Miguel Ángel, y a partir de ahí nunca van a poder corregirse y corregir su estado de cosas. No tienen remedio, pues.

Mientras tanto, hasta donde advierto, el exgobernador no se distrae en críticas y ataques a su persona y a su familia, nada que siquiera le haga cosquillas dada su experiencia, y está centrado y metido de lleno trabajando en cimentar el triunfo del frente opositor recurriendo al apoyo de sus relaciones políticas y personales en todo el estado, vigilando, eso sí, que no se cometan los errores de los de enfrente.

Con anticipación, supe que a partir del inicio de las campañas a gobernador se iba a meter con todo en su calidad de candidato suplente al Senado por la primera fórmula del frente opositor. Se ha mantenido tranquilo. No ha soltado metralla. ¿Acaso considera que los de enfrente no son de cuidado y que su único mérito es ser producto de una imposición presidencial?

Estuvo bien organizado el primer debate

Cierra la semana y no quiero dejar de comentar lo bien organizado que estuvo el primer debate de los candidatos a la gubernatura el sábado pasado en el Museo de Antropología.

Este primer debate estuvo mejor organizado que el primer debate presidencial, que corrió a cargo del INE, que presentó bastantes fallas y quejas de los participantes.

Merecen por ello reconocimiento tanto el OPLE en general, con su Comisión Temporal de Debates, como la Unidad Técnica de Comunicación Social en particular.

El mérito, para el caso de Veracruz, es para la titular del OPLE Marisol Delgadillo Morales y para los integrantes de la Comisión Temporal de Debates, los consejeros Roberto López Pérez, presidente, y Quintín Antar Dovarganes Escandón, así como para Mariana Contreras Viveros, secretaria técnica.

Mariana hizo también un excelente trabajo como titular de la Unidad Técnica de Comunicación Social. Acreditó con toda oportunidad a los reporteros de todo el estado, se brindaron todas las atenciones, desde la recepción hasta la sala de prensa donde se acondicionaron computadoras para quienes cubrieron el evento, no faltó el coffee break, y adicionalmente se preparó una sala para observar el debate en pantalla gigante con excelente audio.

Muchos años en la función pública, participé en la organización de eventos similares y sé el trabajo que implica cuidar hasta el último detalle, más cuando se tiene que atender a 205 periodistas acreditados de todo el estado. Todo estuvo muy bien. Los comentarios de los compañeros fueron aprobatorios.

Reconocimiento especial a Eirinet

Mención especial merecen mis compañeros periodistas Eirinet Gómez López y Leonardo Antonio Curzio, quienes estuvieron a la altura como moderadores. Fue un acierto su nombramiento.

Ayer, en una comida, me dio gusto ser testigo de cómo compañeros periodistas de Xalapa le aplaudieron a Eirinet hasta en tres ocasiones por su excelente papel.

Presente en el convivio el exsecretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado, José Manuel del Río Virgen, comentó cómo quienes vieron el debate en la Ciudad de México también se sintieron orgullosos como veracruzanos ver la calidad de nuestra compañera, tan buena o mejor que muchos de la Ciudad de México.

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