sábado, septiembre 28, 2024

De la escuela al trabajo: La Importancia de las Competencias Blandas

Con frecuencia, los términos “Habilidades y Competencias” se utilizan indistintamente, sin embargo, estos tienen significados específicos. Las habilidades se centran en las capacidades técnicas y prácticas, mientras que las competencias engloban habilidades y conocimientos más amplios, incluyendo actitudes y comportamientos que permiten a una persona desempeñarse de manera integral y efectiva en diversos ambientes.

¿Habilidades blandas o competencias blandas? Las habilidades blandas, también conocidas como “habilidades interpersonales” o “habilidades sociales” se relacionan con la comunicación, la empatía, la colaboración y la adaptabilidad. Ejemplos de estas incluyen trabajar en equipo, comunicación efectiva, resolución de conflictos y creatividad. Las Competencias blandas se establecen como un conjunto más amplio de habilidades, conocimientos y actitudes. Incluyen habilidades blandas, pero también abarcan aspectos como la ética, la responsabilidad, la toma de decisiones y la inteligencia emocional.

Las soft skills, por su término en inglés, están en tendencia tanto en el ámbito educativo como en el laboral. Estas competencias abarcan un gran número de destrezas que nos permiten y nos dan la capacidad de aprender, gestionar nuestras emociones y comunicarnos eficazmente en cualquier situación. Son fundamentales para interactuar y relacionarnos con las personas que nos rodean, así como para el liderazgo, la gestión y el desarrollo personal.

Conocer, desarrollar y gestionar las competencias blandas es de suma importancia. Expertos en el tema señalan que, para el desempeño integral de una persona, el cociente intelectual no lo es todo, dado que solo aporta al éxito del mismo un 20%, y el otro 80% se le atribuye a la inteligencia emocional y al desarrollo de las soft skills.

A diferencia de las habilidades técnicas, que se pueden aprender, las competencias blandas se ejercitan a través del trato y las relaciones con los demás. Son más difíciles de enseñar y evaluar en un aula tradicional. En el mundo laboral actual, las empresas buscan no solo individuos con el conocimiento técnico y académico, sino también aquellos que puedan adaptarse fácilmente a entornos cambiantes y colaborar eficientemente con los demás.

En la educación del siglo XXI, su perspectiva ya no debe limitarse solo a la transmisión de conocimientos académicos; las soft skills representan una asignatura trascendental en la formación integral de los estudiantes, ya que cada vez más, se reconoce su importancia para prepararlos ante los desafíos del mundo laboral, social y disfrutar una vida personal más plena y satisfactoria.

Para fomentar las soft skills en el entorno educativo se pueden utilizar diversas estrategias como la incorporación de programas extracurriculares, integración en el currículo escolar y desarrollo de actividades prácticas y proyectos colaborativos, entre otras. Estas generan un impacto significativo en los estudiantes y se traducen en mejora de las relaciones interpersonales al promover el entendimiento y respeto a diferentes perspectivas, facilita la construcción de relaciones positivas y saludables, permitiendo la resolución de conflictos de manera pacífica.

Otra de las consecuencias es la promoción de una mayor adaptabilidad y flexibilidad a través de la resiliencia, que se refiere a la capacidad de recuperarse de las dificultades y adaptarse a las nuevas circunstancias. Además, las competencias blandas fomentan la flexibilidad mental, que es la capacidad de cambiar de enfoque y adaptarse a diferentes situaciones.

Desarrollar soft skills en la educación también tiene un impacto directo en la empleabilidad de los futuros profesionistas. Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), éstas son cada vez más demandadas por los empleadores, pues se consideran clave para el éxito profesional. El Estudio de Workplace Learning Report elaborado por LinkedIn en el 2018, señala que el 92% de los directivos consideran que las Soft Skills son igual de importantes que las competencias técnicas.

Según resultados arrojados por la Encuesta de Habilidades al Trabajo (ENHAT), publicada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), las competencias blandas más difíciles de encontrar entre los candidatos a un empleo, y por tanto las más demandadas por las empresas son:

  • Trabajo en equipo (38.4%)
  • Comunicación (31.9%)
  • Responsabilidad (31.2%)
  • Estabilidad emocional (23.7%)
  • Resolución de problemas (23.7%)
  • Liderazgo (23.5%)
  • Manejo del tiempo (20%)
  • Extraversión (18.3%
  • Amabilidad (17.8%)

Finalmente, es necesario distinguir la importancia de las competencias blandas en el mundo contemporáneo. En entornos laborales y educativos cada vez más dinámicos y exigentes, las soft skills se han convertido en pilares fundamentales para el éxito individual y colectivo. Es momento de reconocer su importancia y trascendencia, no solo como un factor diferenciador en el mercado laboral, sino como un medio para ser más auténticos y plenos para fortalecer nuestra conexión con los demás.

Ideario en Perspectiva

El día de ayer, se apostó por la democracia y por el futuro del país, no por quién ganaría la final de un partido de fútbol. Agamenón nos enseña que, tanto en el triunfo como en el fracaso, el hombre debe moderarse. Ojalá vengan mejores tiempos para todos. Por lo pronto, es necesario buscar la reconciliación y la unión nacional.

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