Cafeteando
Por JC Krausse
–Buenos días, Sr Presidente, lo veo muy apurado, anotando en su libreta. Se entiende, ya faltan 6 semanas para que le entregué la estafeta a la presidenta electa, ya validada por el Tribunal Electoral Federal–, comenta el asesor Choco de Nacajuca.
–¡Así es! Mira, le estoy dejando algunas tareas importantes para su gestión, a mi Claudia Vitola: levantarse a las 4 am; hacer su oración o que vaya a la sinagoga; no tener sexo, total abstinencia, ayunar; a las 6 am, reunión de seguridad, y un corte de caja de cómo va la delincuencia en el país, a las 7 am; la manañera en cadena nacional, que siga con la polarización, pegarle a los opositores y descalificar a los medios y periodistas independientes; decir unas dos horas de tarugadas, después un almuerzo (le dejo a mi cocinero, para que le prepare suculentas comidas tabasqueñas). A las 12 pm, una siesta; a las 5 pm, comida y a dormir a las 7 pm. Antes, una hora de caricaturas. Los fines de semana que sean de giras, prohibido ir al cine o al antro, pura talacha–, responde el jefe Máximo Andrés Manuel.
–Eso está requetebién. Oiga, ¿y qué onda con “el Mayo”? Si ya estamos a la mitad de agosto, ¿esa carta a Eufemia, desnuda a la 4T? –, pregunta el secretario particular Choco.
–Es un golpeteo de Joe, Rochita, nada que ver. Él andaba en Disneylandia con un compaye de Ismael, el día que lo subieron a una aeronave gringa. ¿Y lo de cue?, pus daño colateral, no hubo de otra; ya mis Gobers mandaron un escrito de respaldo a moyita, él ni fuma motita ni bebé morita, no se vale que me despidan así; así no me llevo–, dicta López, el que todavía ostenta la banda presidencial.
–Pues están duros los primos–, remata Choco. Y mientras llega el primero de octubre para cambio de poderes en la República del ombligo, un Choco feliz, entra a un bar de nombre «López y Rocha”, y ya entrado con unas copas etílicas, se pregunta a sí mismo “¿y si fue Tomas Cruise en una misión imposible (posible), que se llevó a mayito y chapito? … ¡ah caray!”. Caña quiere el Ingenio, grita Catarrín Valencia. “Salute con mezcal”, responde el fiel asesor.
Caminando por la izquierda: Andrés Manuel su triste Navidad ¿en Cuba?