La vida institucional de México comenzó a edificarse a partir del Maximato callista en 1929, fue la etapa posrevolucionaria durante la cual corrió mucha sangre, justamente la de quienes participaron en el episodio armado de la Revolución Mexicana a consecuencia de la “purga” que se produjo porque Obregón y Calles se erigieron en los mandones de su época. Obregón sucumbió a la tentación del poder y fue asesinado en julio de 1928 después de echar por tierra el principio de la No Reelección enarbolado por Madero, por tal circunstancia Calles se erigió en el centro del poder político en cuya orbita giró una elite política genuflexa a sus instrucciones. El Banco de México fue una de las primeras instituciones creadas por el Estado Mexicano en los años 20 del siglo pasado; un partido de índole nacional, el Nacional Revolucionario (PNR) nació en 1929, para implementar la Reforma Agraria nació el Banco de Avío Agrícola, surgió el IMSS, luego el ISSSTE y los grandes Institutos de la Salud (Cardiología, Nutrición, Infantil, etc.), PEMEX, la Comisión Federal de Electricidad, Conasupo, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el IFE (INE), el INAI, y muchísimos órganos autónomos propuestos principalmente por la oposición política (PAN, PRD) para restar la concentración del poder en manos del presidente de la república. No fue fácil erigir ese bagaje institucional, su costo fue elevado, aunque la experiencia histórica demuestra que es más fácil destruir que construir.
Los comicios de 1929 pecaron de desaseados, pero, haya sido como hata sido, el presidente fue Pascual Ortiz Rubio a quien el Congreso de la Unión declaró presidente de la república el 28 de diciembre de aquel año y tomó posesión del cargo el 5 de febrero de 1930. Ese día, al salir de la recepción en su honor don Pascual resultó herido en la quijada en un atentado, su esposa en un brazo. De inmediato la conseja publica inventó: “¿Quién mandó balacear a Ortiz Rubio?”- “Cállese la boca, pórtese bien y el Martes Santo se lo dirá”, subliminalmente implicaban a Calles, a Portes Gil, a Marte R. Gómez y a Gonzalo N. Santos. La evidente prevalencia de Calles sobre el presidente Pascual Ortiz Rubio se traducía, entre otros testimonios, en la designación en los cargos del gabinete: Pérez Treviño, Saturnino Cedillo, Lázaro Cárdenas, Juan Andrew Almazán, Joaquín Amaro, etc. Gonzalo N. Santos, cuenta en sus memorias que al llegar una Comisión de Diputados a proponerle al presidente Pascual Ortiz Rubio la designación del General Cedillo para la secretaría de Agricultura y Fomento, Don Pascual preguntó: “¿Ya consultaron este asunto con el presidente?” y Santos le respondió: “Lo estamos consultando. El presidente es usted.” y que Ortiz Rubio contestó: “La fuerza de la costumbre compañero, ¿ya lo consultaron con el jefe?”. Del 28 al 31 de octubre se celebró en Aguascalientes la Convención Nacional Extraordinaria del PNR, con delegados de toda la república, con la asistencia de Diputados, Senadores y Legisladores locales con el propósito de discutir las reformas constitucionales que prohibirían la reelección inmediata de diputados, federales y estatales, senadores y presidentes municipales, así como la absoluta no reelección del presidente de la república. En esa Convención de Aguascalientes, presidida por Carlos Riva Palacio, se acordó también aumentar de dos a tres años el periodo de diputados y de 4 a 6 años el de senadores, así como la renovación total de los integrantes de esta cámara en su totalidad y no por mitad. Tocó a Riva Palacio, presidente del PNR fundamentar la declaración sobre la No Reelección: “¿Por qué queremos evitar que un hombre que guarde esas condiciones de la opinión pública, de respaldo de las mayorías, no pueda volver a ocupar, si ya la ocupó, una curul o un puesto de elección popular en el Gobierno? Es, a mi juicio, fundamental, que el principio esté por encima del derecho. La posibilidad de reelegirse es un derecho de ciudadano; la necesidad de renovarse es un principio de la Revolución. El derecho de los individuos, por debajo del derecho de las multitudes. Venimos, pues, a quemar un derecho en aras de un principio. Un derecho indiscutible, un derecho de ciudadanos. Por encima de los derechos de los ciudadanos, repito, están los principios, que son el derecho de las multitudes”. Después, en la Segunda Convención Nacional Ordinaria del PNR celebrada en Querétaro del 3 al 6 de diciembre de 1933 se aprobó la disolución de los Partidos Regionales y se aprobó el Primer Plan Sexenal que sería implementado por el gobierno sucesor de 1934 a 1940. Estaba inspirado por el General Calles, según decía el Dictamen: “fue el fundador y jefe nato del Partido, el C. General Plutarco Elías Calles, quien dio la señal y el llamado, diciendo: «… ya es hora de formar un programa minucioso de acción que cubra los seis años del próximo período presidencial, programa que debe estar basado en el cálculo, en la estadística, en las lecciones de la experiencia»; y agrega: » debemos estudiar lo que podemos alcanzar, dadas las posibilidades de nuestro presupuesto y las realidades nuestras.» Así comenzó la construcción del México moderno hace casi un siglo, ahora México es una potencia económica gracias a sus tratados (TLC y TEMEC), así lo recibió en 2018 López Obrador, su sucesora, Claudia Sheinbaum será testigo histórico de cómo recibirá México el próximo 1 de octubre.