viernes, noviembre 22, 2024

Por qué creo que ganará Trump

Juegos de Poder

Éste es mi último artículo sobre la elección en Estados Unidos antes que se lleven a cabo los comicios el martes próximo. Mi corazoncito sigue estando con Kamala Harris. No sólo porque ya se tardó Estados Unidos en elegir a una presidenta, sino porque además sería lo mejor para México.

Me preocupa el proteccionismo comercial que está ganando más adeptos en el vecino del norte. Hoy, tanto republicanos como demócratas tienen un discurso de limitar el libre comercio. Siendo nuestra economía tan dependiente de las exportaciones, cualquier medida proteccionista podría tener un fuerte efecto negativo en México. Se viene un huracán en materia comercial que será peor si gana Trump a que si triunfa Harris. El primero sería uno de categoría cinco, el segundo de menor potencia.

También detesto el racismo, la xenofobia y nativismo de Trump. Es un personaje, además, que pone en peligro las instituciones democráticas de su país.

Con los ojos cerrados prefiero a Harris. Me temo, sin embargo, que Trump es el candidato que está cerrando más fuerte y tiene una mayor probabilidad de triunfar el martes que viene.

En las apuestas, el expresidente viene ganando terreno desde principios de octubre cuando los momios estaban empatados (50-50) entre los dos candidatos. Hoy, de acuerdo con el promedio de RealClearPolitics que toma en cuenta a ocho casas apostadoras, Trump tiene una posibilidad de 65% de ganar frente a 35% de Harris.

Los mercados financieros y cambiarios (incluyendo el del peso frente al dólar) también están descontando un triunfo de Trump.

En los siete estados “columpio”, que van a definir el resultado de la elección, las encuestas siguen empatadas. Por márgenes muy estrechos, cinco los va ganando Trump (Arizona, Georgia, Pensilvania, Carolina del Norte y Nevada) y dos Harris (Michigan y Wisconsin).

Así que mi último pronóstico, antes de la elección, es que ganará Trump. Explico por qué.

En las encuestas, el tema que más preocupa a los estadunidenses es la economía. Raro porque a ese país le ha ido muy bien económicamente hablando. No obstante, la gente no se lo reconoce al presidente Joe Biden. Al contrario, se quejan de que sus políticas públicas les han afectado.

En la última encuesta del New York Times/Siena, 52% del electorado confía que Trump haría un mejor trabajo para la economía. El 45% piensa que Harris. Se trata de una diferencia de más siete puntos porcentuales. Pero, lo más importante, de nuevo, son los estados “columpio” donde se decidirá la elección. Ahí: “Harris está por detrás de Trump por un amplio margen entre los posibles votantes en lo que respecta al manejo de preocupaciones económicas. En Arizona, Trump lidera con 16 puntos porcentuales, y en Pensilvania tiene una ventaja de 11. Hay un patrón similar en otros cinco estados indecisos”.

A los estadunidenses les vale un pepino el tema del riesgo que Trump significa para la democracia. Lo que les importa es el bolsillo y ahí confían más en el republicano.

Le llamé a un amigo quien es un votante independiente para preguntarle por quién votaría. Me dijo que ya lo había hecho por correo y había escogido a Trump. Le pregunté por qué. Me respondió que ya estaba harto de las malas administraciones de los demócratas y que confiaba en que los republicanos mejorarían la economía.

Me mencionó algo muy interesante: que Trump les había repartido dinero en efectivo durante la pandemia de covid-19. ¿Suena familiar? Vaya poder tienen estos programas de repartición generalizada de dinero en los votantes. No los ven como un subsidio del Estado, sino como una dádiva personal del presidente en turno.

Cerrando ya la contienda, Biden ha cometido un error. Trump invitó a un comediante a abrir un evento en el Madison Square Garden de Nueva York. El susodicho hizo lo que sabe hacer: contar chistes usando estereotipos de minorías. Yo no tengo problema con este tipo de comedia, pero en el ambiente crispado que hay en Estados Unidos, se tomó muy mal un chiste que hizo de Puerto Rico que caracterizó como una “isla basura”. Se armó la de Dios. Los demócratas aprovecharon la situación para atacar el racismo de Trump. Hasta que el presidente Biden se metió y dijo que la “basura” eran los que habían asistido al mitin. Como el caso de Hillary Clinton en 2016, que describió a la mitad de los seguidores de Trump como una “cesta de deplorables”, el trumpismo ha utilizado este tipo de comentarios para reafirmar el desdén de las elites por los ciudadanos de a pie.

En suma, creo que Trump triunfará. Espero equivocarme. Si es así, lo celebraré, aunque ahí comenzará otro capítulo de esta historia, ya que Trump no aceptará el resultado y se armará un conflicto poselectoral de pronóstico reservado.

X: @leozuckermann

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