Entre lo utópico y lo verdadero
***Juez de Xalapa ordenó pago a las víctimas y la presidenta municipal cambió al trabajador de área para detener el proceso.
Alfredo Morales Cruz, exprocurador municipal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del DIF de Álamo Temapache, Veracruz, es un deudor alimentario, perpetrador de omisiones y obligaciones como padre y Marissa Lizet Morales Moreno, su hija, narra a esta columna, la grave situación que viven ella y su hermana, por omisión a sus obligaciones como padre. No pierdan estos datos reveladores, donde se evidencia a un papá desobligado y funcionario municipal del Ayuntamiento de Álamo Temapache.
Alfredo Morales Cruz, exprocurador municipal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del DIF de Álamo Temapache, Veracruz, es un deudor alimentario, golpeador de mujeres y niñas, a quien cambiaron de área para protegerlo debido a una demanda de pensión alimenticia, por haber abandonado a sus hijas desde hace más de 12 años y todo por una relación amorosa con su ahijada en su propia casa y es su actual pareja.
Alfredo Morales Cruz, en el año de 1999, decidió vivir en unión libre con una persona y de esa unión nacieron 2 hijas, a quienes el papá y hoy funcionario municipal, desde pequeñas ejerció violencia familiar en contra de las menores de edad y de su madre. Dicho padre, Alfredo Morales, siempre manifestó un comportamiento violento, habitualmente agredía a su concubina, tanto física, como psicológicamente y cada vez que se enojaba, destrozaba objetos como floreros, controles, tazas y las puertas, así como si las niñas cometían errores al realizar tareas escolares o incluso por incidentes, como derramar algo por accidente, reaccionaba con extrema violencia, golpeándolas con cables, cinturones o con lo que tuviera a su alcance.
En una ocasión, intentó quemarle las manos a una pequeña en la hornilla de la estufa, por haber tomado accidentalmente una goma de borrar que no era suya y la madre en un intento por protegerlas, intervenía, para ser golpeada, amenazaba con matarla o que se llevaría a las niñas y nunca las volvería a ver.
Este enfermo y violento, Alfredo Morales Cruz, sin el consentimiento de su concubina, llevó a vivir a una ahijada de confirmación y comunión, quien actualmente es la pareja sentimental de él, de nombre Guadalupe Iveth Soto Cortés, para que ella pudiera estudiar la carrera de Derecho en Xalapa y a quien la madre de las hijas de Alfredo Morales la apoyaba como a una hija. Cabe destacar que la ahijada es originaria de Álamo Temapache, de donde también es Alfredo Morales Cruz y debido a que ambos estudiaron la misma carrera, pasaban mucho tiempo juntos, presuntamente revisando asuntos académicos.
Este comportamiento llegó al extremo, porque en la propia casa, mientras la mamá trabajaba, Alfredo Morales y su ahijada se encerraban en la recamara de la mamá, bajo el pretexto de hablar sobre los progresos de ella en la escuela y a las hijas pequeñas las ponían a ver una película en la sala y aunque eran pequeñas, percibían algo extraño entre ellos.
El 9 de septiembre de 2012, se dieron más actos violentos. Golpes, gritos, violencia verbal y física. Pidiendo ayuda, una vecina alertada por los gritos, bajó rápidamente y subió a su casa a la madre e hijas, siendo en esa fecha. que el actual empleado municipal abandonó el domicilio familiar y a sus hijas.
Después de este suceso, eran las visitas esporádicas, Alfredo Morales alegó tener una situación precaria, para así las hijas no pidieran dinero y esto continuó durante algunos meses. Cuando estaban con el padre, él ingería bebidas alcohólicas y las llevaba a dormir a casa de unos amigos, en un departamento de la Unidad Habitacional Xalapa 2000 y las amenazaba de no decirle nada a su madre, porque serían las culpables si había problemas y que nunca lo volverían a ver.
Vergonzoso, que este irresponsable padre siempre les decía a sus hijas que no tenía trabajo, ni dinero, sin embargo, recientemente se enteraron de que tiene dos trabajos con muy buenos ingresos.
Dada la separación y debido al ambiente familiar de violencia ocasionado por el progenitor, la madre tuvo que buscar ayuda psicológica para que las atendieran a las tres, el padre al darse cuenta de las terapias a las que acudían dijo que eso no servía para nada, negándose a apoyar a la madre con dicho gasto y la violencia psicológica y la manipulación continuaron por largo tiempo
La hija mayor sufrió episodios emocionales muy fuertes que la llevaron a convulsionarse varias veces, cuando se encontraba en la primaria, por lo que la madre la ingresaba al IMSS donde le realizaban infinidad de estudios, sin resultar alguna enfermedad, llegando a la conclusión de que el problema era emocional por la violencia y la manipulación del padre, quien por ser la hija mayor, le decía a ella todo lo que quería decirle a la madre y se hacía la víctima con las hijas, asegurando no tener para comer, ni tenía casa, ni trabajo, cuando todo era mentira.
En unas vacaciones de diciembre del 2017, llevó a las hijas a Álamo, Temapache, de donde es originario el padre, para pasar las fiestas decembrinas. Durante el viaje de Xalapa a Álamo, se mostró complaciente y en un momento inició una conversación en la que afirmó tener derecho a rehacer su vida con otra persona, a lo que la hija mayor le peguntó de quién se trataba. Ante esta pregunta, contestó muy molesto, que ya sabían de quién se trataba y le dijo: “No te hagas pendeja” y añadió tener una hija de un mes de nacida con su ahijada y ahora pareja Guadalupe Iveth Soto Cortés.
Esta noticia dejó en shock a las niñas, ya que durante años el padre había negado la relación amorosa con su ahijada y hasta se hincaba ante ellas llorando y negando la relación con Guadalupe Iveth Soto Cortés, acusando siempre a los vecinos y a la madre de inventarlo.
Al llegar a Álamo, obligó a las niñas a convivir con su ahijada Guadalupe Iveth Soto Cortés, ahora su pareja, siendo una experiencia extremadamente incómoda, ya que la persona a quien antes la consideraban como una hermana, ahora tenía una hija con el padre y la ahijada había vivido con ellas como una hermana y dormido en la misma cama.
Esos días en Álamo para las niñas, fueron tormentosos, ya que el padre y su ahijada se besaban frente a las niñas y los veían durmiendo juntos. Ante estos sucesos, las niñas se encerraban en el baño a llorar, sintiéndose indefensas e incómodas, pero no podían decirle nada a la madre, porque el padre las amenazaba y manipulaba que no lo volverían a ver y serían las culpables de los problemas con la madre.
Al final de esas vacaciones, hablaron las niñas entre ellas y coincidieron que no querían volver a convivir con el padre, quien se desentendió por completo de ellas y nunca intentó buscarlas o contactarlas.
Desde que Alfredo Morales Cruz abandonó a sus hijas, el 9 de septiembre de 2012, a la fecha, la madre ha tenido qué correr con todos los gastos originados como son inscripciones de primaria, secundaria, bachillerato, útiles, uniformes, cooperaciones, mochilas, calzado formal y deportivo, paquetes académicos, congresos anuales y también la madre ha tenido gastos para formación académica, así como infinidad de gastos médicos, ya que las niñas han estado en terapia psicológica por varios años, han tenido que recurrir a dentista, neurólogo, aunado a ello, la madre ha corrido con gastos de comida entre los que figuran frutas, verduras, leche, carnes en sus diferentes variedades y demás alimentos acorde a su edad, más los gastos de servicios mensuales, luz, agua, gas, Internet, que son esenciales para el hogar.
Las hijas le exigieron al padre en múltiples ocasiones vía telefónica, que las apoyara económicamente, como lo marca la ley, máxime ser Licenciado en Derecho y conoce cuáles son sus obligaciones, pero las ignoraba o les mandaba una mínima cantidad. Este hoy funcionario municipal del DIF en Álamo Temapache nunca se ha interesado en el bienestar físico y emocional de sus hijas, dejando toda la carga a la madre y hace unos meses, las hijas se enteraron de que el padre siempre les mintió al decir que no tenía recursos ni para él y resulta, que percibe ingresos decorosos, ya que se desempeñaba como procurador municipal de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del DIF Municipal de Álamo Temapache, Veracruz, así como director de la Licenciatura en Criminología y Criminalística de la UPAV, con sede en Álamo Temapache, Veracruz.
Es por ello, haberle demandado pensión alimenticia, tan es así, que el día 28 de octubre del año en curso, el H. Ayuntamiento de Álamo Temapache, a cargo de la Arquitecta Blanca Lilia Arrieta Pardo, como presidenta municipal, llegó el oficio girado por una juez de Xalapa, para proceder a descontar el salario de su trabajador y amigo de la alcaldesa Alfredo Morales Cruz y lo curioso, que van 3 quincenas sin que la presidenta municipal de Álamo haya dado cumplimiento a la orden de la juez, dilatando ilegalmente el procedimiento para beneficio de su protegido y tan es así, que al enterarse de la demanda de pensión alimenticia, según testimonios, ya lo cambiaron de área para protegerlo.
Este relato indignante, lo hace Marissa Lizet Morales Moreno, hija y víctima de Alfredo Morales Cruz, quien nos pidió ayuda para exponer su problemática y además nos comparte un video con la liga: https://www.facebook.com/watch/?mibextid=oFDknk&v=3261350344008976&rdid=fLK36lBfhA0W4Gr0 donde este funcionario municipal defiende a las niñas, niños y jóvenes en la Procuraduría del Menor del DIF Municipal, pero es omiso a su responsabilidad como padre, siendo protegido por el Ayuntamiento de Álamo Temapache.
En el expediente número 893/2024/V, que mandó la Lic. Liliana Robles García, jueza del Juzgado Décimo Segundo de Primera Instancia Especializado en Materia Familiar, con Residencia en Xalapa, en el juicio ordinario civil promovido por Marissa Lizet y su hermana, se envió un oficio al pagador o jefe del Departamento de Recursos Humanos y/o Jefe de Nómina de Álamo Temapache para el pago de pensión alimenticia, desde el 28 de octubre y a la fecha, no hay respuesta del pago del 20 por ciento a cada una, del salario de este funcionario municipal Alfredo Morales Cruz.
Y nos comenta la víctima: “Toda esta situación me ha provocado un trastorno, actualmente tratado con neurólogo, psiquiatra y psicoterapia, tengo constancias de todo. Mi hermana y yo actualmente seguimos estudiando la universidad y me gustaría que apareciera mi nombre y no fuera anónimo. No encuentro otra cosa qué hacer para defender mi derecho y procedí legalmente en cuanto fui mayor de edad, pero ahora con todo esto que lo cambiaron de área, entorpece el proceso. Es importante mencionarle que en ocasiones, mi enojo es tan grande que le he mandado mensajes reclamándole, de lo cual, jamás he recibido respuesta, ni llamadas, ni mensajes”.