l de 2025 será un proceso electoral municipal con un diagnostico de resultados muy similar a cuando el PRI dominaba la escena política y sus candidatos eran seguros ganadores porque ahora los candidatos postulados por MORENA en alianza con sus asociados del Verde y del Pt llevan las de ganar. No están ocultas las circunstancias que inducen a ese supuesto adelantado porque guste o no MORENA es el partido a vencer y esa garantía la transmite a sus candidaturas. No es difícil formular ese traslape de circunstancias entre lo que fue el PRI durante su periodo hegemónico con las actuales circunstancias de MORENA porque este partido, como en su tiempo el PRI, cuenta a su favor con la estructura gubernamental para reforzar su estrategia electoral. Prueba contundente es el sintomático pronóstico de la especulación política relativo a que un elevado porcentaje de los 212 municipios veracruzanos será para MORENA, 85% es el cálculo en casi todos los vaticinios. Obviamente, es una predicción muy aventurada si consideramos que aun no se determinan las candidaturas de los partidos en competencia, no obstante, aquella percepción encuentra sustento real en las circunstancias que rodean a los partidos en pugna, tres de los cuales participarán en el rol de oposicionistas y otros tres en el bando del oficialismo, y esto último aporta elementos para coincidir con aquel elevado porcentaje de candidaturas posiblemente ganadas por MORENA y sus satélites.
No resulta fácil la deducción si nos atenemos a la desastrosa condición del PRI, a las confusas circunstancias del PAN y a la imperceptible movilidad de Movimiento Ciudadano; esa circunstancia discrepa abiertamente con la bien equilibrada dinámica de MORENA con el gobierno en este periodo de escoger opciones para las candidaturas, algunas de ellas decididas ya con mucha anticipación, aunque para el imaginario colectivo deben cumplir con los procedimientos de rigor. Queda por observar, al igual que antaño, los municipios donde posiblemente habrá cuota para cubrir compromisos, vox populi refiere que en Alvarado pudiera haber una “competencia” ficticia con el propósito de favorecer a Movimiento Ciudadano, en caso de que su candidato a la alcaldía vaya a ser Polo Deschamps, esa especie empieza a circular en la rumorología política, aunque en política no siempre lo que parece es. Pero en términos de realidad pocos apuestan a presenciar un PRI beligerante, con capacidad de competir con ventura salvo que presente cartas ciudadanas con genuina convocatoria, sin embargo, el antecedente electoral más inmediato de este partido registra que en la elección de junio pasado no ganó por la vía de la mayoría relativa uno solo de los 300 distritos electorales puestos en juego, señal elocuente de su lamentable circunstancia. Respecto al PAN, ya ni en Veracruz y Boca del Río pudiera abrigar ciertas esperanzas de triunfo electoral, y en Orizaba el actual alcalde se asemeja a un Llanero Solitario que sin aliciente alguno y tanto interés personal que cuidar no ofrecerá mucha resistencia. Movimiento Ciudadano siempre ha participado en la medianía y como se presentan las circunstancias actuales en Veracruz los pronósticos para este proceso electoral difícilmente arrojarán mejores números.