lunes, marzo 17, 2025

Vocación de servicio u oportunidad para enriquecerse

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En cada relevo de mandos municipales surge una numerosa hornada de aspirantes a los cargos edilicios, la causa de ese interés por “servir a la ciudadanía” (¿?) pudiera radicarse en la honrosa oportunidad de servir a los conciudadanos, aunque también en iniciar una carrera política desde la base municipal, o más prosaicamente en el trivial deseo de enriquecerse con cargo al recurso público. Derivada de la observación directa en esta clase de sucesos políticos encontramos que la experiencia empírica demuestra que un gran número de postulantes busca ese tipo de cargo público como medio para enriquecerse. Con ese antecedente la experiencia demuestra que en el rango de la probabilidad de triunfo habrá un mayor número de aspirantes en el partido oficial, tal cual ocurre en MORENA y semejante a cómo era en el PRI y el PAN durante su preeminencia política. Sin embargo, ese supuesto no aclara cuál de los supuestos antes dichos será el que con mayor vigor impulsa a los pretendientes, se da por hecho que en una consulta entre pretendientes destacará como motivación principal el interés por servir a la ciudadanía, no obstante, los mal pensados escogerán como móvil impulsor el del enriquecimiento súbito, es decir, en la oportunidad de en solo cuatro años “pasar a mejor vida”, como sucede a quienes ocupando la alcaldía concluyen la gestión municipal con abultado patrimonio familiar. Esta última inferencia es lamentable, acaso hasta cínica, pero solo refleja una realidad incontrastable, pues en la política a la mexicana se privilegia el patrimonialismo político por encima de la vocación de servicio. ¿Usted también coincide? Bien se dice: “la burra no era arisca, la hicieron”.

Otro tema de actualidad insoslayable es sobre el que disertará en la mañanera del miércoles el fiscal general, relativo al campo de exterminio en Teuchitlán, Jalisco. Mañana miércoles Gertz Manero informará del resultado de su investigación sobre por qué pasó “desapercibido” para las autoridades locales lo acontecido en ese fatídico lugar. Por cierto, está aun pendiente el caso de la fiscalía de Sinaloa relativo a su fracasado absurdo de injertar en la opinión pública la versión trucada sobre el asesinato del diputado Melesio Cuén ¿no se procederá en contra de quién resulte responsable de ese fallido simulacro? o ¿habrá dos varas para medir, una para Sinaloa y otra para Jalisco? Porque al parecer lo de Sinaloa ya quedó en el olvido pese al viciado procedimiento de ocultar la verdad descubierto por la Fiscalía de Gertz Manero.

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