Sin tacto
Como consecuencia no buscada de la crucial reforma de Reyes Heroles en 1977, que modificó radicalmente el sistema de partidos políticos, y con la caída del PRI en el año 2000, a través del control del dinero del petróleo y del presidente Fox -de nueva cuenta- los partidos políticos terminaron en manos de seis famiglias, seis, que son las que permiten el acceso al poder en México.
1. El hidrocálido Alberto Anaya es quien toma las decisiones en el PT, y su familia forma parte de la estructura inamovible del partido político.
2. La familia González Torres ha sobresalido en su capacidad para manejar el Partido Verde Ecologista de México, el cual incluso ha rentado en franquicias, como la de la familia Herrera en Veracruz o la de Manuel Velasco en Chiapas.
3. A Movimiento Ciudadano le falta en sus siglas el apellido Delgado, pero no en sus militancias. Dante ha construido un partido que a nivel nacional funciona parecido al Partido Verde, y que avanza firme a colocarse en el segundo lugar de las preferencias de los electores.
4. Por otro lado, el PRI se ha convertido en la franquicia de Alito Moreno y sus cercanos. Nadie que no sea palomeado por él puede competir, salvo Silvio Lagos Galindo, que tiene su peso propio y fuertes aliados en Xalapa.
5. El PAN, parece mentira, resulta el más democrático de todos los partidos, más ahora con la salida de la familia Yunes, lo que aparentemente dejó en el poder absoluto al grupo de Marko Cortés.
6. Y hay uno más, el sexto no deseado, el último pero no por ello menos importante -antes al contrario-, que es el partido que no es partido, sino movimiento, pero tampoco es movimiento. Y ése, ése sí es de todos los mexicanos, si le creemos a lo que dice su liderazgo real, moral y actual, que es lo mismo.
Seis familias (Anaya, González Torres, Delgado, Moreno, Cortés y López Obrador-Beltrán) que tienen el control total del sistema electoral mexicano y deciden quiénes contienden y quiénes ganan las elecciones.
Los abusos de Morena han puesto en la tribuna pública la tremenda corrupción de que con capaces los impulsores de la Cuarta Transformación y su falta total de respeto a la Constitución Mexicana. Sin embargo, los otros partidos también tienen su parte de culpa ya sea por su abulia, por su propia falta de democracia interna o por su ambición desmedida en pos del poder y del presupuesto.
A la hora de que la historia nombre culpables de la tragedia que se nos viene encima refulgirán los seudo-izquierdistas del Gobierno actual… pero también los otros partidos tendrán su parte de la pata de la vaca.