Se ha dicho aquí, hasta la saciedad. El nuevo gobierno de Veracruz recibió las finanzas públicas en absoluta quiebra. Hay problemas estructurales, como la falta de fondos para la nómina educativa, el subsidio a las pensiones y la falta de recaudación propia (o sea, la dependencia de las participaciones federales). Pero la ratería, la rapiña en el manejo del dinero público, que no sólo no detuvieron sino incrementaron astronómicamente Cuitláhuac García, su primo Eleazar Guerrero y muchos otros gaseosos, por ahora impunes, llevaron el robo al extremo (no me pidan ejemplos, no acabaríamos). Son muchos miles. Salieron peores que sus antecesores. Hoy le tocó turno a los trabajadores de varios tecnológicos, principalmente el de Xalapa, a los que no les pudieron pagar su salario. El pretexto fue ridículo: negligencia del oficial mayor (¿o menor?) de la SEV, quien supuestamente no hizo un trámite. Lo cierto es que no tienen un centavo. Eso le pega muy duro al sector privado y a los consumidores; los burócratas aún peor… Y apenas van 4 meses. Esperemos a que la T de 4a reconozca la recesión en la economía nacional. Dios nos coja confesados…