Agencias/Sociedad 3.0
La presidenta Claudia Sheinbaum promulgó un decreto que reforma más de cien artículos de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, estableciendo un marco legal más estricto para la posesión, fabricación y uso de armamento en el país.
Entre los cambios más relevantes se encuentra la prohibición y sanción del uso de impresoras 3D para fabricar armas conocidas como “hechizas” o artesanales. También queda prohibido el uso de vehículos particulares blindados con adaptaciones para portar armamento, así como el empleo de accesorios tácticos como visores nocturnos, miras térmicas o láser, salvo que se justifique su uso en actividades de caza o tiro deportivo.
Además, el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación otorga a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) la facultad de autorizar el uso de armamento exclusivo del Ejército a servidores públicos nacionales y extranjeros, siempre que exista una justificación de necesidad. En el caso de funcionarios extranjeros, se permitirá el ingreso de armas bajo el principio de reciprocidad, limitándose a pistolas o revólveres semiautomáticos de calibre no mayor a .40, salvo excepciones evaluadas por la Sedena.
Armamento restringido y regulación del sector privado
La reforma establece que ciertos cartuchos y armamento pesado, como proyectiles-cohete, granadas, lanzagranadas, fusiles de calibre .50 o superior, quedarán exclusivamente bajo el control de las Fuerzas Armadas. Asimismo, se prohíbe la posesión o modificación de armas para hacerlas automáticas, así como la fabricación de aditamentos con tecnología artesanal o de impresión tridimensional.
Las empresas de seguridad privada tampoco podrán operar con armas si su licencia colectiva ha sido cancelada. En ese caso, deberán entregar su armamento a Sedena en un plazo de 15 días hábiles, y dispondrán de 45 días adicionales para deshacerse de él conforme al reglamento.
Armas de aire comprimido y campañas de desarme
La nueva normativa también amplía la definición de arma de fuego, incluyendo aquellas accionadas por gas inerte, aire comprimido o pistón que generen más de 140 joules de energía cinética, por sus efectos similares a las armas convencionales.
Por otro lado, el decreto ordena que el Poder Ejecutivo, gobiernos estatales y municipales implementen campañas educativas permanentes para promover la cultura de paz y el desarme. Estas deberán incluir información sobre materiales explosivos, pirotecnia y químicos peligrosos.
Finalmente, se establece que la Presidencia de la República tendrá la facultad exclusiva para autorizar la instalación de fábricas y comercios de armas, centralizando aún más el control de armamento en el país.
Con esta reforma, el gobierno busca cerrar brechas legales aprovechadas por el crimen organizado y fortalecer la regulación del armamento en México bajo criterios de seguridad nacional y cultura de paz.