El sorpresivo anuncio ayer del alcalde de Guadalajara, Ismael del Toro Castro, de que no buscará la reelección en su cargo porque se dedicará a cuidar a una hija enferma, no sólo deja momentáneamente sin candidato al partido Movimiento Ciudadano, que tendrá que elegir un nuevo abanderado a la capital tapatía, sino que además sacude el escenario político en Jalisco porque con la declinación del político a quien apodan “Pope”, el gobernador Enrique Alfaro pierde a su primer prospecto a la gubernatura en 2024, tanto que a Ismael, más que toro, lo veían como el “delfín” alfarista para la sucesión estatal.
Las razones personales esgrimidas por el actual alcalde con licencia de Guadalajara, para declinar su candidatura por MC a la reelección, en un video que difundió ayer en las redes sociales, tienen que ver con una hija suya que se encuentra delicada de salud. La niña vive con una discapacidad y presentó un cuadro grave que requiere atención médica especializada por lo que Del Toro Castro tomó la decisión de abandonar su campaña para concentrarse en el tratamiento de su pequeña hija y pretende reincorporarse a sus labores como alcalde, según dijo, a partir del próximo 15 de abril.
Ismael del Toro “Pope” es uno de los políticos más cercanos al gobernador de Jalisco; fue su sucesor en el municipio de Tlajomulco cuando Enrique Alfaro pidió licencia para buscar por primera vez la gubernatura en 2012. Luego, en 2018, cuando Alfaro pidió licencia como alcalde de Guadalajara, Ismael volvió a quedarse al frente de la Presidencia Municipal que después ganó en las urnas en la elección de ese mismo año.
“Yo no me podría imaginar este proceso sin Ismael del Toro. Pope, para los amigos, es un infaltable en la construcción de nuestro movimiento, es mi compañero en decisiones muy difíciles que
nos tocó tomar sólo a él y a mí”, dijo Alfaro en junio de 2018 al presentar el libro de Ismael “Movimiento Naranja, la partidocracia y la alternativa ciudadana desde Jalisco”.
La declinación desató especulaciones y rumores en la política jalisciense. De inmediato comenzaron a circular nombres de posibles aspirantes a la alcaldía de Guadalajara. La senadora Verónica Delgadillo fue una de las primeras mencionadas, mientras en los análisis se comentaba si la salida del popular alcalde tapatío de la contienda beneficiaba al candidato de Morena, Carlos Lomelí, enemigo declarado de Alfaro.
Fuentes cercanas al Palacio de Gobierno de Jalisco confiaron ayer que el candidato que sustituirá a Pope y buscará mantener la capital tapatía en manos de MC saldrá de entre dos nombres que ya son analizados entre la dirigencia nacional emecista y el gobernador Alfaro: el primero es el actual alcalde de Zapopan, Pablo Lemus, quien concluye su segundo periodo al frente de ese municipio, al que podría pedir licencia para ser postulado por Guadalajara.
El otro nombre es el de Clemente Castañeda, actual dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, y quien tiene también una gran cercanía con Alfaro.
Todo apunta a que será Clemente Castañeda quien entre al relevo de Del Toro y sea postulado como el nuevo candidato de MC a la alcaldía de Guadalajara, con lo cual el joven dirigente emecista, de ganar el 6 de junio los comicios locales, se convertiría en un aspirante natural a la gubernatura de Jalisco en 2024.
Porque hasta ahora, antes de la declinación, todos veían en Jalisco a Ismael como el “delfín” natural de Enrique Alfaro y su candidato para la sucesión. Pero ahora todo el escenario cambió y ante el embate de Morena y del presidente López Obrador que ven en Jalisco a un apetecible botín electoral, Alfaro y los emecistas tendrán que ponerse la pila si no quieren que en junio la entidad, que hoy tiene el tercer padrón de votantes más grande con más de 6 millones de electores registrados, se pinte de guinda y se diluya el color naranja que hoy domina la geografía política jalisciense.