jueves, noviembre 28, 2024

Operación CDMX, limpia de opositores

A unos días de que empiecen las campañas para las elecciones de junio, en la Ciudad de México, bastión estratégico para el proyecto político de la 4T —por ser su principal base de votantes a nivel nacional— están pasando cosas que afectan y eliminan, extrañamente, a figuras prominentes de la oposición política.

Desde expedientes penales que son judicializados de manera expedita hasta “accidentes” fatales que, por sus características e investigaciones, levantan toda clase de suspicacias y dudas, generando un ambiente político por lo menos enrarecido con miras a las votaciones en las que se definen, en buena medida con el voto de los capitalinos, la mayoría en la Cámara de Diputados, las 16 alcaldías y el control también del Congreso local.

Pareciera que, intencional o no, están empezando a limpiar de opositores incómodos con métodos que apuntan a las operaciones maquiavélicas y turbias del viejo sistema. El caso de Leonel Luna, con un dictamen de impericia, exceso de velocidad y alcohol, deja muchas dudas sobre las condiciones reales en que ocurrió el accidente. Sobre todo, porque al explicar su dictamen pericial, sobre las causas del impacto, la Fiscalía de la CDMX se concentró en explicar cómo el auto que conducía el perredista había recorrido varias calles de la ciudad, antes de estrellarse, a exceso de velocidad y de manera errática.

Y mostraron videos grabados por las Cámaras de Seguridad del C4 de cuando pasó por Fray Servando Teresa de Mier, de cuando pasó por otra avenida y cómo se observaba el vehículo zigzagueante, pero nunca mostraron el video grabado por esas mismas cámaras en el momento exacto en que el auto en el que viajaba Luna se impacta contra el muro de contención de Río Churubusco.

El abogado Ignacio Morales Lechuga, exprocurador de la República y también del antiguo Distrito Federal, sostiene que el auto Mercedes Smart en el que viajaba Leonel Luna mostraba un impacto en la parte trasera e incluso ha compartido en sus redes sociales fotografías en las que se puede ver el vehículo con un golpe en la parte trasera, del lado derecho, lo que según el reconocido jurista, podría indicar que fue empujado por algún otro automóvil y ese golpe lo llevó a perder el control e impactarse contra la barda de concreto.

Pero la hipótesis de un posible atentado fue descartada rápidamente por la Fiscalía y se centraron en convencer de la impericia y los excesos del conductor.

Si a eso se le suma la sorpresiva detención de Diana Barrios, la lideresa de comerciantes ambulantes en la alcaldía Cuauhtémoc, que controla a las principales organizaciones de vendedores del Centro Histórico, Tepito y otros corredores importantes del primer cuadro de la Ciudad, militante del PRI y candidata de la alianza opositora con el PAN y el PRD, por una denuncia antigua de una prima suya que la acusa de “robo en pandilla” y extorsión, entonces parece muy claro que en la Ciudad de México, con o sin el consentimiento de la doctora Claudia Sheinbaum, se ha puesto en marcha una “operación limpieza” de opositores incómodos y peligrosos para Morena en las próximas elecciones.

Si la doctora Sheinbaum es responsable o no de esa operación de “limpieza de opositores”, conjunta con la Federación, que hoy recurre a instrumentos tan burdos y crueles como el uso político de la justicia o los “sospechosos accidentes de automóvil” que eran tan propios del viejo PRI (remember Manuel J. Clouthier) entonces sería al menos responsable de haber soltado a los perros políticos en la Ciudad, al haberse aliado con el “lado oscuro” de viejos operadores políticos que antes dominaron la capital con el PRD, luego cayeron por videos de maletas y ligas, y hoy están completamente de regreso.

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