La exclusión de Muñoz Ledo de la lista de diputados plurinominales de Morena revela que el icónico personaje de la política nacional pudo haber llegado al punto sin retorno y que, aunque en política la resurrección es fenómeno recurrente, podría no ser así en este caso. Muñoz Ledo pisó vidrio al criticar al gobierno de la CuartaT, provocando que el dedo flamígero del “titiretero mayor” (Porfirio dixit) apuntara hacia abajo, dejándolo sin oportunidad de ser reelecto como diputado. El guanajuatense “por derecho de sangre” ha cubierto un buen trecho de la evolución política de este país, Secretario de Despacho en la época dorada del priismo, ha presidido al PRI y al PRD, del cual fue fundador con Cuauhtémoc Cárdenas, igual que ahora con López Obrador fundó Morena y eventualmente militó en el PT. Muñoz Ledo forma parte de la narrativa política nacional, nadie lo podría negar, pero esto solo acaba cuando todo termina.