Agencias/Sociedad 3.0
El Kremlin anunció ayer que los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Estados Unidos, Joe Biden, barajan celebrar una cumbre en junio, aunque dicha reunión dependerá mucho de cómo acabe la actual escalada de tensión diplomática entre ambos países.
“Hablan de junio, incluso hay fechas concretas”, dijo el asesor presidencial para Asuntos Internacionales, Yuri Ushakov, a un programa de la televisión pública rusa.
El presidente Biden fue el primero en proponer la cumbre durante la conversación telefónica que mantuvo a mediados de abril con Putin, a lo que el Kremlin respondió “positivamente”.
El problema es que desde entonces ambos países se han visto enzarzados en un intercambio de sanciones, expulsión de diplomáticos y listas negras de altos funcionarios.
Ushakov admitió que los preparativos para dicha cumbre aún no han comenzado, ya que la decisión de celebrarla aún ni siquiera está tomada. “Por supuesto, dependiendo de muchos factores tomaremos una decisión”, añadió.
Al respecto, el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, destacó que la propuesta realizada por Biden durante la conversación telefónica que mantuvo hace dos semanas con Putin fue recibida “positivamente” y “se está estudiando”.
No obstante, las tensiones se han agudizado. En un artículo muy sintomático, el antecesor de Putin en el Kremlin y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, no dudó en asegurar esta semana que ambas potencias “han pasado de la rivalidad a la confrontación y, de hecho, han regresado a la época de la Guerra Fría”.
Medvédev (2008-12), quien mantuvo una buena relación con Obama, culpó de la situación a EU, al que acusó de una “defensa egoísta de sus intereses” que relacionó con “la caída de la autoridad de EU como líder del mundo occidental”.
Llegó a comparar el actual antagonismo con lo ocurrido durante la Crisis de los Misiles de Cuba (1962), cuando Moscú y Washington estuvieron a “cinco minutos” de la Tercera Guerra Mundial.
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