SI PERSISTE la unidad política de los tres partidos que aún quedan registrados, después de las elecciones pasadas, es decir, el PRI, el PAN y el PRD, seguramente que seguirán empeñados en destronar a Morena, para el dos mil veinticuatro, pues como ya comentamos durante la pasada semana, en este mismo espacio, está en plena tarea con rumbo a la sucesión presidencial.
De ahí que la famosa coalición tendrá que apurarse mucho, no precisamente, para ganarle la carrera política a la mencionada organización política, sino s su principal representante y dirigente moral Andrés Manuel López Obrador, quien ya no sabe en estos tiempos, si es el Presidente de la República, o lo es, solamente, de Morena, pues su actividad ha estado dirigida, especialmente, a tomar el control absoluto de su propio partido, para determinar su conducción en el proceso de su propia sucesión.
En fin, el mismo Presidente de la República, ha minimizado una vez más a la oposición, diciendo que su partido tiene muchas opciones para sucederlo, mientras que ellos, los de enfrente, no tienen a nadie para lanzarlo al ruedo político, lo que, en cierta forma, es cierto, ya que no se ve, hasta ahora, que la coalición tenga ya preparados a uno o varios aspirantes, de entre los cuales, poder hacer una selección interna. El PRI, no tiene hasta este momento un hombre con la capacidad y fuerza necesaria para poder vencer a cualquiera de los contrincantes de Morena, salvo que como en el pasado, tenga por ahí al tapado. Lo mismo podría preguntarse entre los panistas y entre los perredistas, pues existe clara percepción de que lo único que tienen para competir, son puros reciclados que ya probaron suerte y que no lograron el objetivo deseado.
Si Morena, ya está enseñando el rostro de por lo menos seis precandidatos, qué tiene, pues, la oposición que ofrecer, ya que los tiempos, aunque parezcan lejanos, como lo interpreta Marcelo Ebrard Casaubón, uno de los aspirantes más destapados, la verdad de las cosas, es que para las condiciones políticas que existen, un poco inéditas, el tiempo hasta podría considerarse corto. El proceso ya está en camino y poco a poco va madurando con el paso de los meses y los días.
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¿QUIÉN O QUIENES PARA VERACRUZ?
NECESARIAMENTE, PARA la sucesión gubernamental en Veracruz, se tendría que hablar de muchos aspirantes, aunque pocos precandidatos.
Y es que los únicos precandidatos, por así decirlo, que la misma opinión pública, ha puesto en el escenario político estatal, son dos, principalmente. El primero lo encabeza Morena, la única opción más fuerte en este momento y en el futuro político de la entidad, es decir, Ricardo Ahued Bardahuill, considerando que para los tiempos de la sucesión, Andrés Manuel López Obrador, ya no será el efecto político del dos mil dieciocho, o cuando menos ya no estará en las boletas y que sirva de arrastre político para quienes quieran entrar en la disputa por la gubernatura de Veracruz.
Los votos serán menos para esta organización política, de acuerdo a lo que ya sucedió en la pasada elección, donde logró recaudar solamente la mitad de los treinta millones que eligieron al Presidente de la República, y consecuentemente a quien ahora gobierna en Veracruz.
La segunda opción política que tendrán los veracruzanos, será la de Pepe Yunes, quien tiene, como lo hemos comentado en varias ocasiones, sus derechos a salvo, aunque haya tenido una derrota en este sentido. Pepe, por todas las razones que se quieran exponer, sigue siendo la carta fuerte de la oposición, la cual podría ser avalada por la coalición, luego de que entre las filas de los demás partidos diferentes al PRI, no hay, que se sepa, una figura de la misma dimensión que alcanzaría, para ese entonces, el propio Ricardo Ahued Bardahuill.
Los Yunes del estero, ya se vinieron abajo y tienen muchas cosas en contra, por lo que ya no son opción, entre los panistas y entre los propios ciudadanos del Estado.
El PRD, tampoco tiene a nadie con los suficientes espolones para competir en una lucha que le sería, en todo caso, desigual.
Estarán, pues, muchos de acuerdo, en que solamente se tienen dos a la vista y con ellos será suficiente para escenificar un verdadero choque de trenes.
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HECTOR MANUEL RIVEROS HERNANDEZ.
EL COMISIONADO del Instituto de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial, para el Estado de Veracruz, Héctor Manuel Riveros Hernández, sigue siendo un funcionario discreto, pero con buenos resultados en la encomienda que puso en sus manos el Gobernador del Estado, Cuitláhuac García Jiménez.
Bajo su mando, la policía auxiliar, ha crecido considerablemente, tanto en número de servidores públicos al servicio de la seguridad privada y pública a la vez, que en las estrategias implementadas para cumplir cabalmente con el compromiso social y desde luego, con las acciones gubernamentales, para seguir ofreciendo al sector privado, el servicio de seguridad, sin salirse de los lineamientos que se dictan desde el propio mando general de la seguridad pública del Estado.
La institución del IPAX, es ampliamente reconocida y seguramente que lo seguirá siendo, debido a las estrictas medidas de su propia operación.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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