Agencias/Sociedad 3.0
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, dijo que Kazajstán “tiene la capacidad de mantener la ley y el orden, de defender las instituciones del Estado, pero hacerlo de una manera que respete los derechos de los manifestantes pacíficos.
Las autoridades kazajas dicen que una niña de cuatro años estaba entre las 164 personas que murieron en las protestas de la semana pasada. Las autoridades dicen que 5.800 personas han sido detenidas.
En un esfuerzo por detener las protestas, el presidente Kassym-Jomart Tokayev emitió una orden de disparar a matar, lo que permitió a las fuerzas de seguridad abrir fuego contra los manifestantes sin previo aviso.
El líder de la exrepública soviética también pidió ayuda a Rusia y a su presidente, Vladimir Putin, para sofocar las manifestaciones. Rusia y varios otros miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, una alianza militar intergubernamental de Eurasia, respondieron enviando tropas.
Las protestas fueron provocadas por un aumento en el precio del combustible, pero crecieron por la insatisfacción con el régimen autoritario del país.
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, dijo que Kazajistán “tiene la capacidad de mantener la ley y el orden, de defender las instituciones del Estado, pero hacerlo de una manera que respete los derechos de los manifestantes pacíficos y también aborda las preocupaciones que han planteado: preocupaciones económicas, algunas preocupaciones políticas”.
Las manifestaciones llevaron a Tokayev a destituir a su gabinete y a su mentor, el expresidente Nursultan Nazarbayev, de su cargo como jefe del consejo de seguridad del país. Nazarbayev había liderado el país desde su independencia de la Unión Soviética en 1990 hasta 2019.
Las autoridades también anunciaron el arresto de Karim Massimov, exjefe del Comité de Seguridad Nacional, bajo sospecha de alta traición. Masimov, de 56 años, dirigió el comité, que es responsable de la contrainteligencia, hasta que Tokayev lo destituyó la semana pasada.
Erica Marat, profesora de la Universidad de Defensa Nacional, en Washington, le dijo a The New York Times que Tokayev “cambió la soberanía de su país a Rusia por su propio poder y los intereses de las élites cleptocráticas”.