Agencias/Sociedad 3.0
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, pidió prohibir de las armas de asalto, después de asistir al funeral de Ruth Whitfield, quien fue asesinada durante un tiroteo en un supermercado de Buffalo hace dos semanas por un supremacista blanco declarado.
«Sabemos lo que funciona para solucionar esto, y la solución incluye una prohibición de las armas de asalto», indicó la vicepresidenta estadounidense.
Harris, quien habló solo después de que el reverendo la llamó, reflexionó sobre los tiroteos masivos durante los últimos años y dijo que Estados Unidos está experimentando “una epidemia de odio”.
“Lo que pasó aquí en Buffalo, en Texas, en Atlanta, en Orlando, lo que pasó en las sinagogas, este es un momento que requiere que todas las buenas personas, todas las personas que aman a Dios, se pongan de pie y digan: ‘No toleraremos esto’. ¡Es suficiente!’ Nos uniremos y no dejaremos que esas personas, que están motivadas por el odio, nos separen o nos hagan sentir miedo”, dijo.
Después de que el martes Salvador Ramos, de 18 años, entrase en un colegio de Uvalde (Texas) armado con un rifle y matase a 19 niños (la mayoría de 10 años) y a dos maestras, en EE.UU. ha resurgido con fuerza el debate sobre el control de las armas.
En líneas generales, los políticos demócratas apoyan medidas que restrinjan el acceso a las armas, mientras que los republicanos y el poderoso grupo de presión de la Asociación Nacional de Rifle se oponen a ellas.
Biden viajará Uvalde, Texas, donde se prevé que mantenga encuentros con las familias de las víctimas.
Con información de EFE