Agencias/Sociedad 3.0
Con la luz de al menos dos teléfonos celulares fue como se atendió la cesárea de una mujer de 19 años de edad en el Hospital Pueblo Nuevo, debido a un apagón de energía eléctrica en Mexicali.
Fue el pasado 6 de junio cuando Sonia Andrade llegó al hospital para que le practicarán su cesárea, sin embargo, el nosocomio no tenía luz y pese a ello decidieron realizarse el procedimiento.
Sin embargo, durante el proceso el hospital se quedó sin energía eléctrica, por lo que los médicos usaron las lámparas de sus celulares para terminar con la cirugía, pese a los ruegos de la madre, quien no quería ser operada en esas condiciones.
“No me quiero operar así, sin luz, tengo mucho miedo. No me quiero morir”, dijo al médico la madre.
El hecho fue relatado en una carta escrita en primera persona, como si el bebé la hubiese escrito.
“No debieron operar a mi mamá sin luz, no debieron cortarme mi orejita”, se lee en la carta.
«Mi hija fue programada no era una cirugía de urgencia, ingresó a las 12:40 al quirófano le ponen la anestesia y se va la luz, el médico dijo la voy a operar con la luz de mi celular», dijo la madre.
Además, el padre del bebé no pudo entrar al quirófano, pero le aseguraron que sí estaba iluminado.
Pese a que la madre pidió no ser operada en esas condiciones, el médico David Santoyo dijo que la operaría con la luz de su teléfono móvil.
Los padres del pequeño refieren que incluso el médico salió a avisarle al padre del bebé, que pese a la falta de luz el quirófano sí estaba iluminado debido a que tenían una subestación de energía eléctrica para abastecerse.
De acuerdo con los padres, el médico se fue antes de concluir la cesárea y otro suturó a la madre.
En un video del alumbramiento, tomado por otro médico, se observa al bebé llorar y sangrar al ser acostado en una sábana.
Horas después de su intervención, los doctores les informaron que el bebé había tenido un corte en una oreja, pero que se encontraba bien y bajo atención médica.
Sin embargo, tras el paso de las horas les indicaron que la pequeña había nacido con hemangioma, que es un tumor benigno causado por el crecimiento anormal de vasos sanguíneos.
Inclusoi tras darles varias versiones, un médico le dijo a los padres que el niño al haber nacido con es problema (tumor no canceroso) por eso le reconstruyeron la oreja, lo que les ahorró un monto de 30 mil pesos.
Sonia Martínez Andrade, madre de la progenitora y abuela del bebé, indicó que el niño es atendido por una pediatra particular.
Martínez Andrade mencionó que el médico David Santoyo se deslindó del corte que hicieron a la oreja del pequeño.
“Le dijo a mi yerno ‘le cortaron la oreja, yo no fui’”, explicó Sonia.
El pasado 9 de junio, la familia interpuso una denuncia por los delitos de responsabilidad médica y técnica, o lo que resulte, ante la Fiscalía General de Baja California.