Por Omar Zúñiga
El diputado federal Sergio Gutiérrez Luna ha pisado callos desde que empezó sus recorridos por Veracruz apenas el año pasado, y los callos duelen y más asegún a quién se los haya pisado.
Pasó desde descalificaciones salidas de Palacio de Gobierno al decir que no lo conocían, siendo presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; hasta amenazas a las personas que asistían a sus cada más numerosos mítines.
Actualmente, Cheko les sigue doliendo, a grado tal que muchos de los soltadores oficialistas siguen publicando los mentados memes ridiculizando (para eso son los memes), llamándolo despectivamente gutierritos y lo que se ocurra, en fin…, la cosa es que el diputado federal no ha parado de trabajar en, por y para Veracruz…, y eso sigue doliendo a sus detractores.
Y duele más porque la secretaria de Energía Rocío Nahle, por más esfuerzos que hace, simple y llanamente no levanta, ni con levadura pues, tiene lo que los jarochos llaman “sangre gorda”, –caes mal, hija, caes mal-, diría Ludovico P. Luche.
Pero además se ha rebelado como una gran mentirosa -¿qué político no lo es?, pero ella ha exagerado-, y para muestra el botón de la refinería de Dos Bocas, que luego de las versiones de la inundación reciente por las fuertes lluvias de octubre, salió la flamante secretaria de Energía con un video de sus trabajadores “desmintiendo” estas versiones, hasta que llegó Ana Castellanos la alcaldesa de Paraíso, Tabasco, municipio donde se ubica la refinería, con pruebas en la mano, refutando las versiones de Nahle, porque “Dos Bocas sí se inundó”, ergo, Nahle mintió.
El tema es que en su andar, apenas esta semana pasada además de sus recorridos habituales, Gutiérrez Luna levantó la voz por la desaparición desde el 26 de octubre de Francisco Fernández Morales “El Potro”, para “pedirle de manera respetuosa, pero muy puntual” a las autoridades competentes (Fiscal(í)a General del Estado) “de hacer más intenso y eficaz el esfuerzo en su búsqueda (…) como ocurre con cualquier persona desaparecida”.
Doña Nahle seguramente no conoce al Potro…, o quizá sí, pues este personaje encabeza una lucha desde hace más de 20 años, resistencia civil que ha ido creciendo en zona de influencia, contra las altas tarifas de energía eléctrica que ha redundado en el NO pago de luz.
Lo que no ocurrió con el Potro en más de 20 años de “gobiernos represores e inseguros” emanados del PRI, ocurre en los gobiernos federal y estatal salidos de Morena: está desaparecido el líder social que ha luchado contra las altas tarifas de luz.
Hoy, el diputado Sergio Gutiérrez Luna levanta la voz para exigir su pronta localización y Rocío Nahle, parafraseando al ínclito, “calla como momia”.
Esperemos que el Potro regrese a su casa, pronto y bien. Nadie merece desaparecer.
Así las cosas en el país y en el estado de “aquí no pasa nada”.
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De antemano, mi agradecimiento por la confianza y trataremos este tema de la mejor manera posible, pues es una denuncia delicada per sé, pero que debe tomarse en serio, (muy).
Resulta que enviaron a quien esto escribe una denuncia en contra de Jaime Limón Aguilar por los delitos de pederastia y acoso, delitos por cierto graves.
Explican que la denuncia, de inicio fue radicada en la desaparecida Fiscalía de Naolinco, Ver., donde se abrió la Carpeta de Investigación 1356/2018 (así es, hace cuatro años ya) y ahora dicha Carpeta, ante la desaparición de Ia unidad de Naolinco, fue enviada a la Fiscalía Regional de Xalapa.
Resulta que Limón Aguilar es premiado (¿protegido?, pareciera) por el subsecretario de Educación Media Superior y Superior de la SEV, Jorge Miguel Uscanga Villalba, al haber sido designado –denuncia de por medio- como subdirector de Vinculación del Tecnológico de Xalapa.
Las acusaciones en contra de este personaje vienen precisamente desde Naolinco cuando fungió como Director del CECYTEV, y donde habría abusado de alumnas (por eso la denuncia), bajo promesas de distintos apoyos.
El asunto está ahora en la cancha de la Fiscalía General del Estado y por el bien de todos, debería ponerse a chambear en el tema, para evitar las suspicacias de quien hace el señalamiento público, que es precisamente que este gobierno protege a presuntos delincuentes y los premia con cargos públicos .
El hecho en este caso, es que hay una denuncia por la comisión de actos probablemente constitutivos de delito que fue interpuesta hace cuatro años, y no ha avanzado y esta situación, por sí misma, causa suspicacia. ¿Qué hay de eso Josefina?
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com