martes, abril 30, 2024

La Tigresa, Piña y Margarita

Política Cero

Jairo Calixto Albarrán

Me daban mucha risa los títulos de los libros de Irma Serrano, la Tigresa: “A calzón amarrado” y “Sin pelos en la lengua”, donde hablaba de la siniestra personalidad de Luis Echeverría y el muy retorcido sentido romántico-represor de Díaz Ordaz. Eso sí, me daba más risa cuando siendo senadora traía en friega a los priistas y, en particular, a Porfifirio Muñoz Ledo que nada más la veía y sufría. Un personajazo bravío, provocador, malicioso, alucinante y disruptor.

Tristemente varias oportunistas mal imitan a doña Irma como la Rabadán, Cuevas, Lozano y Alazraki. Todes menos Margarita Zavala que es prudente y anda jugando a las escondidillas. Más ahora que es atacada por sus adversarios que están friegue y friegue con eso de que falta mucho a su curul. Digo, la señora tiene cosas más importantes que hacer como preocuparse por Calderón (que anda de party animal con Aznar) y don Genaro. Es como Kinky Téllez que con justa razón alega que no tiene que estar todo el tiempo en Sonora para poner en alto su nombre, pues sus gritos, amenazas y escándalos llegan hasta Hermosillo. Falsarios aquellos que dicen que las excelsas coyotas y el bacanora ponen más en alto a Sonora que la senadora Téllez con su muy fallido intento de desmarcarse de García Luna al ritmo de “A mí me vale García Luna” mientras trata de separar a Calderón de don Genaro, algo imposible. Bueno, mi Lilly Téllez es tan coherente que para reforzar sus aspiraciones presidenciales, propuso a Gil Zuarth (el panista que desde niño quería ser como Calderón y terminó siendo su dedo gordo del pie ultraderecho de Jelipillo y de Cabeza de Buey) como su jefe de campaña. ¡Qué refrescante!

No piensen mal. Margarita no es faltista, seguro debe estar tomando cursos de oratoria para acabar con la Dictadura macuspánica y enfrentarse a Santi Creel, Mr. Constituchon, el Casino’s Boy que es más incoherente discursivamente que doña Lilly.

Cómo estará la cosa que Santi, Margarita y la Téllez, tienen menos popularidad que un prófugo de la justicia como Ricardo Anaya. Un Ricky Riquín que solo está esperando a que la justicia mexicana, encabezada por la señora presidenta Norma Piña, lo cuaje de amparos como a Cabeza de Buey. Algo que puso a Markitito Cortés a experimentar finales felices con calambre incluido; ahí están sus tuits.

Hay quien dice que la Zavala puso pies en polvorosa. Lo dudo, la ministra Piña ya le debe haber dicho: “No te preocupes, Margarita”.

Jairo Calixto Albarrán

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