sábado, noviembre 23, 2024

Sequía: aviso de un escenario dantesco

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“Ahí viene el lobo”, es frase muy socorrida para reflejar la actitud de quienes mostrándose incrédulos no aciertan a observar la realidad de las advertencias, pero el hombre es el único animal capacitado para tropezar dos o más veces con la misma piedra. Semejante caso sucede con las múltiples advertencias y no pocas experiencias sobre la falta de agua para consumo humano, pues en nuestro país ya es una dramática realidad que ningún gobierno ha tomado como de interés prioritario, pese a que en polvosos expedientes de la administración pública federal deben existir reportes verdaderamente alarmantes sobre este problema. Cuentan quienes se enteraron que el presidente López Portillo (1976-1978) encomendó a su Secretario de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, el connotado arquitecto Pedro Ramírez Vázquez, realizar un estudio acerca de la disponibilidad de agua para consumo humano en el país, el diagnóstico fue desalentador porque advertía que una gran parte del territorio nacional padecería de escasez del vital líquido, una franja importante de la entidad veracruzana se incluía en ese desolado pronóstico, la parte norte, desde Pánuco hasta Tuxpan, un muy escueto comentario sobre ese particular fue publicado en páginas interiores de Excélsior. Si aquella versión fue cierta lo ignoramos, pero somos testigos de la presente realidad; la semana pasada el Secretario de Gobernación, en uno de esos momentos cuando recuerda la importancia de los asuntos bajo su encomienda, hizo referencia a la aguda escasez de agua en varias entidades del norte de México, la ciudad de Monterrey NL, es el fiel espejo de esa grave problemática. Es verdad de Pero Grullo que sin la colaboración compartida entre población y gobierno encontrar la solución no es posible, pero corresponde al instrumento del Estado, el gobierno, presentar los planteamientos a seguir, planes y proyectos, marco normativo y los correctivos a su inobservancia deben ser conocidos por la población para en estricta sinergia atenuar la escasez del vital líquido. Por cierto, ¿alguien desde alguno de los tres niveles de gobierno ha hecho otra cosa que llamar a “administrar” (o sea aceptar y acatar los tandeos)? Pero, y ¿qué con la legislación respectiva para fraccionadores y la recolección de agua de lluvia?  Nada, porque en la agenda pública impera prioritariamente la cuestión electoral, cómo van las “corcholatas”, qué partido ganará la elección, los dimes y diretes entre los políticos, omisiones de la fiscalía, informes maquillados sobre número de muertos por violencia, etc. Mientras tanto, en el norte de Veracruz decenas de ayuntamientos alquilan servicio de pipas para surtir de agua a la población y para el ganado, apenas empezando el largo y penoso estío. Ese problema ya nos alcanzó.

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