La Oposición tiene tres enemigos en su lucha contra el Sistema en el poder que se asentó desde 2018…
El primero, el mismo Morena, que de un modo u otro, acapara los reflectores y por ende, la atención del espectador, del ciudadano; esta acción inicia desde La Mañanera con el Presidente, quien va marcando la agenda, la pauta, tanto para sus seguidores como para la Oposición, que la mayoría de las veces es reaccionaria…
El segundo enemigo al que se enfrenta la Oposición es la apatía del ciudadano para con los partidos políticos, para con la política, para con los políticos. Hay un distanciamiento entre el ciudadano y los partidos y entre este espacio, una falta de credibilidad abismal de los primeros para con los segundos; una, ganada a pulso por sus acciones o falta de éstas; otra, por esa enorme bola de prejuicios (con o sin razón) para el ejercicio de la política que fue acompañada por una palabra clave, la favorita de la izquierda como de la derecha: corrupción. La emplearon tan bien, que el ciudadano tiene la certeza que todos los políticos son corruptos… por eso Morena dice que es un Movimiento, por eso dice que ellos no mienten, no roban, no traicionan a pesar de que revivan el episodio del Político que fue sorprendido por su esposa cuando en la oficina disfrutaba con su secretaria usando el escritorio como tálamo, pero nunca, jamás, ni por error, se salió del guión: “¡No es lo que tú crees! ¡No viste lo que viste! ¡Nunca ocurrió lo que viste!”, así haya ido detrás de la esposa subiéndose los pantalones…
Y en consecuencia a esta falta de credibilidad, está el Abstencionismo que sin querer, se convierte en aliado del partido en el poder. Esto no es nada nuevo… lo sabe el PRI, lo sabe el PAN, lo sabe el PRD… y lo entiende mucho mejor que nadie en este momento Morena.
Los grandes cambios que política y electoralmente ha vivido el país, son precisamente cuando se llega a vencer al Abstencionismo… en 1998 fue la primera gran sacudida que si bien, no se coronó con un triunfo, tambaleó al gigante… En el 2000 ocurrió el otro gran suceso y una vez más, el ciudadano decidió… El último gran acontecimiento apenas lo vivimos en el 2018, y las más recientes elecciones nos han dejado en claro que la apatía por la política, por los partidos, por los candidatos, generan “modorra electoral”…
Despabilar al ciudadano, llamar su atención, generar empatía, despertar su interés para que entienda el enorme poder que significa su voto, es una tarea más jodida que limpiar los establos de Augias.
No sé si esto lo entienda la Oposición… pero es claro que tiene que renovar sus estrategias políticas porque por más duro que le pegue al Gobierno, si el ciudadano ve con recelo desde sus siglas hasta su alianza, quizás mantenga la modorra electoral o en el peor de los casos, sea otro partido el que recoja toda esa apatía que desde Las Mañaneras se abona, porque hay que recordar que quien sembró la duda en la Oposición, fueron sus propios Gobiernos…