lunes, noviembre 25, 2024

Beatriz, Claudia, Xochitl, Lily.

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“Es Claudia”, dice la consigna de quienes militan a favor de la ex Jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, en el supuesto de ser la favorita de quien decidirá la candidatura presidencial en Morena, lo cual explica la proliferación de bardas, espectaculares y anuncios promocionando su precandidatura. Pero en términos del materialismo histórico el voluntarismo político no tiene cabida en el complicado tejido de las circunstancias que median en una sucesión presidencial al estilo mexicano, porque no basta el deseo y voluntad de quien manda para definir la candidatura de manera unilateral. La reciente historia de las sucesiones presidenciales nos enseña que a partir de Salinas de Gortari ningún presidente ha podido dejar sucesor a su medida, lo cual no implica que López Obrador no pueda ser la excepción. En ese sentido venía perfilándose hasta el surgimiento de la senadora Xóchitl Gálvez trepándose al cuadrilátero de la sucesión y generando una enorme expectativa en su entorno. Este suceso alteró súbitamente el proceso sucesorio dentro y fuera de Morena, a la vez de generar un estímulo inusitado que influyó positivamente en la parte opositora al gobierno. Ese fenómeno ha impactado incluso entre quienes aspiran a la candidatura por la Alianza opositora: Lily Téllez, Claudia Ruiz Massieu y Beatriz Paredes, las dos primeras ya desistieron, no así la senadora por Tlaxcala, de larga e intachable trayectoria en la cosa pública pero a quien, sin embargo, al parecer las circunstancias no se le están acomodando, quizás porque los actuales son tiempos nada parecidos a cuando ella brilló en el escenario político. Dice Beatriz que buscará la candidatura presidencial, tiene con qué y está en su derecho, pero las circunstancias ya no se acomodan a su perfil. Uno de los preceptos del materialismo histórico es diametralmente opuesto a la tesis de Hegel que afirma la voluntad del hombre como motor que mueve los resortes de los acontecimientos, y en oposición el materialismo histórico postula la tesis de que son las condiciones prevalecientes al interior de la sociedad las que suscitan los acontecimientos siendo el hombre una eventualidad. Es decir, Alejandro el Grande, Napoleón, Hitler, surgieron porque las condiciones sociales de sus respectivos tiempos así lo exigían, es decir, fueron producto de sus circunstancias. Y estas son precisamente las que han dado lugar a la irrupción de Xóchitl Gálvez en el escenario de la sucesión presidencial mexicana, de la forma en cómo se maneje dependerá el resultado, porque las condiciones sociales y políticas en el país son propicias para esa conducta y actitud políticas. Es decir, Xóchitl no es un invento, es producto de las circunstancias.

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