Para su último año de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha pedido un presupuesto de gasto por 9.07 billones de pesos, la cifra histórica más alta desde que se tiene registro y 4.8% superior a la del presupuesto del 2023.
La propuesta oficial contempla la continuación de sus proyectos y programas prioritarios. El más importante es la Pensión para Adultos Mayores, que considera un gasto por 465 mil 49 millones de pesos, casi mil 300 millones de pesos diarios y 32.2% superior en términos reales al autorizado un año antes.
Por otra parte, el programa Pensión para Personas con Discapacidad contempla un gasto por 27 mil 860 millones de pesos, 10.4% real respecto al de un año antes, en el que creció 21.1%.
El resto de los programas prioritarios crecen al mismo ritmo de la inflación, es decir, no registran incremento de su gasto en términos reales, algo que sí se apreció en algunos de los proyectos que denomina prioritarios.
El Tren Maya en su última etapa recibirá 120 mil millones de pesos, 20% menos en términos reales que el año anterior, y algo similar sucede con el Tren Interurbano México-Toluca, que recibirá 4 mil millones de pesos, con una reducción anual de 45.5% en términos reales.
Entre las dependencias del Ejecutivo destacó la Secretaría de Energía, que se estima recibirá un incremento en su presupuesto de gasto del 273.2% en términos reales, que significa un monto de 193 mil 179 millones de pesos. Tal cifra refleja la necesidad y urgencia de concluir la refinería en Dos Bocas y acercarse al final del sexenio a la tan ansiada autosuficiencia energética.
El segundo incremento presupuestal más importante lo recibirá el Instituto Nacional Electoral, 78.2% más que un año antes, para llegar a 37 mil 770 millones de pesos. En este caso, el aumento se explica porque tienen ante sí para el próximo año la organización de la más grande elección que tendrá el país.
En tanto, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) recibirá 14 mil 245 millones de pesos, 37.7% más que en 2023, recursos previsiblemente orientados en su mayoría a resolver el rezago tecnológico y los mayores retos que demandan las Cuentas Nacionales.
Para el último año del sexenio, el presupuesto de la Secretaría de Salud será de 96 mil 990 millones de pesos, una reducción de 122 mil 668 millones de pesos o 55.8%. También Petróleos Mexicanos sufrirá la misma suerte, pues recibirá 96 mil 990 millones de pesos, una disminución de 35.9%.
El programa de gasto de la Secretaría de Turismo, una vez que el Tren Maya pasó a la Secretaría de la Defensa Nacional, será de mil 974 millones de pesos, una baja de 24.4%.
Los ingresos estimados por el gobierno para 2024, integrados por los recursos de la recaudación, más los de las empresas y organismos públicos y el financiamiento interno y externo necesario para cuadrar el programa de gasto para 2024, presenta un faltante cubierto con un endeudamiento neto por 1.91 billones de pesos, cifra superior en 55.7% en términos reales a la del año anterior, y también la más alta desde que se tiene registro.
El aumento en las necesidades de financiamiento tiene que ver con el raquítico avance estimado para 2024 de apenas 2.9% en el impuesto sobre la renta (ISR), pero sobre todo con el desplome de 10.6% en la captación por impuesto al valor agregado (IVA). La caída en este último revela las dificultades de reactivación del mercado interno para el próximo año, mientras que el incremento del ISR exhibe la continuación en el acento en la política de fiscalización, ello para cuadrar el programa anual de gasto del gobierno.
La estimación de captar 688 mil 84 millones de pesos por los impuestos especiales sobre producción y servicios (IEPS), superior en 35% real a los de 2023, anticipa que no habrá subsidios para los consumidores de bebidas, tabacos y alimentos no básicos con alta densidad calórica, entre otros.
En tanto, el IEPS por combustibles automotrices se estima será por 456 mil 389 millones de pesos, 56.4% superior en términos reales a lo estimado en 2023, lo que deja claro que los precios de la gasolina continuarán con una buena carga impositiva para los consumidores.
Resta decir que las altas tasas de interés que prevalecen en México y el mundo, además de que no se descarta la posibilidad de que registren nuevos incrementos a lo largo de 2024, representan un fuerte impacto para la configuración del gasto del gobierno.
A esto hay que agregar la inflación, que si bien desde la segunda parte del presente año ha venido cediendo, aún presenta retos importantes para el cumplimiento de las metas de gasto en el corto y mediano plazo.
El presupuesto de egresos 2024 puede ser consultado aquí