Agencias/Sociedad 3.0
La presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que, en una guerra comercial, nadie gana, por lo que México no adoptará medidas inmediatas para imponer aranceles recíprocos a los productos estadounidenses. A diferencia de otros países que ya han comenzado a aplicar medidas similares, México mantendrá una postura de negociación y esperará hasta el 2 de abril, cuando Estados Unidos formalice su nuevo marco comercial, para determinar las acciones correspondientes.
“Estamos trabajando en reuniones muy cotidianas, algunas son telefónicas y otras presenciales, con el gobierno de Estados Unidos al más alto nivel para tener una condición donde realmente haya reciprocidad el 2 de abril. Si tú me aplicas aranceles, yo te aplico aranceles. A partir del anuncio tomaremos nuestras decisiones. No tiene caso anunciar una y otra medida, no tiene caso hacerlo”, declaró Sheinbaum durante una conferencia.
La mandataria destacó que existen estudios que demuestran que la inversión de empresas estadounidenses en México genera el triple de empleos en Estados Unidos, gracias a la integración económica entre ambos países. “No se produce todo un coche en México, sino parcialmente en México y Estados Unidos”, explicó.
Por su parte, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, señaló que el principal impacto de los aranceles impuestos por Estados Unidos será el aumento de precios al consumidor en ese país. “El argumento central en Estados Unidos es que los aranceles impulsarán la relocalización de empresas hacia su territorio, pero la experiencia histórica muestra que esto no sucede”, afirmó.
Ebrard resaltó que el portafolio de inversiones proyectado para México durante este sexenio asciende a 220 mil millones de dólares, de los cuales el 60% proviene de empresas nacionales y el 40% de inversión extranjera. Hasta ahora, no se han registrado cancelaciones de inversiones debido a la coyuntura actual.
“Las medidas para reducir el déficit comercial de Estados Unidos tienen un costo: el aumento de precios. Cuando se compra un electrodoméstico o un automóvil, estos productos serán más caros”, advirtió el secretario.
Sheinbaum enfatizó que una empresa siderúrgica o automotriz no puede trasladarse de un día para otro, y destacó que lo más conveniente para México es mantener y fortalecer el Tratado Comercial entre ambos países. “Lo que nos conviene es seguir con el tratado comercial, revisarlo si es necesario, pero competir con el resto del mundo como región y consolidarla para competir con otras zonas”, afirmó.
La presidenta reiteró que México está preparado para tomar decisiones basadas en la reciprocidad, pero subrayó la importancia de evitar una guerra comercial que perjudique a ambas naciones. “En una guerra comercial, nadie gana”, concluyó.