Si bien en el manejo de la pandemia los resultados demuestran consecuencias catastróficas por el mal planteamiento de la estrategia y la densa cantidad de muertos es ya irremediable, al menos en la campaña “masiva” de inmunización se esperan mejores expectativas, no por el contenido estrafalario de los discursos, sino por acciones cuya aplicación aceleren el ritmo de la inmunización. Hasta ahora no son optimistas los resultados, pues del 24 de diciembre a la fecha solo se ha vacunado con dosis completas a 572 mil 212 elementos del sector salud, y aplicado un total de 2 millones 633 mil 580 dosis. Son cifras pírricas comparadas con las aplicadas en los Estados Unidos (casi un millón al día) y en Chile, donde están a punto de inmunizar a la mitad de su población de 19 millones de habitantes. La comparación no nos favorece.