Agencias/Sociedad 3.0
Alemania recordó a las víctimas de la pandemia, cuando roza ya los 80 mil muertos con o por COVID-19, y mientras acelera la búsqueda de remedios, sea con el avance de la vacunación o activando un freno único de actuación ahí donde se disparen los contagios.
Un oficio ecuménico en la Gedächtniskirche de Alemania -la Iglesia de la Memoria, cuya torre truncada recuerda la destrucción de la II Guerra Mundial- abrió la jornada de homenaje a los muertos y también de consuelo, especialmente a quienes no pudieron siquiera despedirse de sus seres queridos, obligados al aislamiento por la pandemia.
“Juntemos fuerzas en el camino hacia delante, en este camino hacia el final de la pandemia que queremos recorrer juntos”, dijo el presidente del país, Frank-Walter Steinmeier, principal orador en el acto solemne que siguió al religioso, en el auditorio de la Konzerthaus berlinesa. “No dejemos que la pandemia, que nos obliga a la distancia, divida a nuestra sociedad”, añadió.
Asistían al acto la canciller Angela Merkel, el presidente del Bundestag (cámara baja), Wolfgang Schäuble, y demás representantes de los principales órganos constitucionales del país. Fue una ceremonia solemne, con acompañamiento musical pregrabado -un impresionante Requiem de Johannes Brahms- y de aforo obviamente restringido, reflejo de las restricciones en la vida pública y en los contactos personales.
Junto al presidente hablaron cinco familiares de víctimas, representantes del dolor compartido por tantos otros. La viuda de un médico muerto en una UCI, la hija de un migrante turco o la madre de una niña muerta tras once días en cuidados intensivos plasmaron el dolor y algo de rabia por no haberles podido acompañar en su agonía, entre mensajes de esperanza ante los progresos médicos.
Con el recuerdo de los muertos se cerró en Alemania una semana marcada por la aprobación, el martes, en Consejo de Ministros, del proyecto de ley destinado a aplicar fórmulas de actuación unitarias en todo país.
El proyecto entró en el trámite parlamentario el viernes y se someterá previsiblemente al Bundestag el miércoles para ser ratificado el viernes por el Bundesrat (cámara de representación territorial). Ahí precisará el apoyo de los “Länder”, varios de los cuales rechazan algunas de las medidas.
El proyecto modifica la Ley de Infecciones, aprobada al inicio de la pandemia. Contempla la activación de un toque de queda nocturno -de las 21:00 de la noche a las 05:00 de la mañana- en cuanto se supere la incidencia semanal de 100 casos por 100 mil habitantes.
A partir de ese nivel se limitarán las reuniones privadas a convivientes y una persona más, como máximo, procedente de otro hogar. En los colegios se mantendrán las clases presenciales hasta los 200 casos, pero a partir de los 100 positivos serán obligatorios dos test de antígenos semanales.
Estas medidas suponen una limitación para los “Länder”, a los que compete su implementación. Ello ha derivado, a la práctica, a que lo consensuado entre el Merkel y los poderes regionales acabe en cierto descontrol, ya que cada “Land” aplica lo acordado según su criterio.
El propósito de Merkel es establecer pautas homogéneas para todo el país. En paralelo se ha logrado acelerar la vacunación desde que a principios de abril se incorporaron a la campaña los médicos de cabecera.
Hasta el viernes se habían inyectado 21.3 millones de dosis; unos 15.6 millones de ciudadanos han recibido la primera inyección -un 19.1 por ciento de la población-, mientras que 5.4 millones tienen la pauta completa -un 6.5 por ciento. Esta semana se logró una máxima diaria, al administrarse 738 mil dosis en un día.
Merkel, como el presidente Steinmeier, el vicecanciller y ministro de Finanzas, Olaf Scholz, y el jefe del Instituto Robert Koch (RKI) de virología, Lothar Wieler, recibieron estos días su primera inyección de AstraZeneca, a modo de mensaje de confianza al ciudadano, después de que se suspendiera en Alemania esa vacuna para los menores de 60 años.
El ritmo de la vacunación va al alza. Pero la pandemia no da tregua en un país cuya vida pública -desde restauración a ocio, cultura y actividad comercial- está casi paralizada desde finales de 2020.
La incidencia semanal se situó hoy en 162.3 casos por 100 mil habitantes -frente a los 65 de finales de febrero o los 125 de hace un mes-.
En las últimas 24 horas se verificaron 19 mil 185 nuevas infecciones y 67 muertos en Alemania. Desde el inicio se la pandemia, el total de contagios supera los 3.14 millones -de los cuales, 2.8 millones son pacientes recuperados-, mientras que el de defunciones está en 79 mil 914.