Tiempo y circunstancias juegan un importantísimo rol en el entramado político, no por ociosidad la frase acuñada por Ortega y Gasset: “yo soy yo y mis circunstancias” tiene auge imperecedero, tal es porque dibuja con precisión el entorno donde se mueven los políticos. Es posible ilustrar con rica variedad de casos el poder definitorio de las circunstancias, la oportunidad que define situaciones políticas, como ahora mismo lo podemos comprobar con la candidatura de Morena al gobierno de Michoacán: el dictamen del INE quitó el registro a Raúl Morón por el gobierno de Michoacán, de repuesto Morena postula a Alfredo Ramírez Bedolla, a quien por los mismos motivos imputados a Morón el INE le negó el registro de candidato a la alcaldía de Morelia, dejándolo sin oportunidad para competir. Sin embargo, las circunstancias lo ubican en una “caída hacia arriba”, pues ahora será candidato a gobernar su estado. He allí el influjo del tiempo y la circunstancia de Ramírez Bedolla. Viene a la memoria, un caso ocurrido en Veracruz en el proceso para elegir candidato a diputados locales en 1971: un joven político del Totonacapan, copia de su tesis en mano para entregársela al ejecutivo estatal e informarle de su examen al día siguiente, solicitó audiencia con el gobernador Murillo Vidal, quien justo en ese momento agendaba con uno de sus colaboradores la lista de candidatos a diputados locales. pero el Distrito con cabecera en Papantla presentaba dificultades por la pugna entre dos grupos que no cedían en su apoyo a sus respectivos precandidatos. Aquel joven, que entró al despacho del gobernador para informarle sobre su recepción académica salió como candidato a diputado local por Papantla. Tiempo y circunstancias.