“Despierta, levántate, hay mucho trabajo por hacer…” así parece fue la conminatoria advertencia de los factores fácticos a los partidos políticos de oposición que, ateridos por el frío de la derrota electoral de 2018, no acertaban a hacer ante la cruda realidad que los acechaba y desde el atril mañanero se les categorizaba como “moralmente derrotada”. Con sigilosos pasos cada una de las dirigencias partidistas en el PAN, el PRI y el PRD organizaron filas mientras advertían que Movimiento Ciudadano tomaba distancia de ellos y se enrumbaba hacia una pretendida Tercera Vía. Pocos actores políticos de la oposición se sentían a salvo de las investigaciones del SAT, de la Unidad de Inteligencia Financiera y de la Fiscalía General. Con ese bagaje a cuestas caminó la oposición y organizó un frente de lucha impulsado por la estrategia diseñada desde los poderes fácticos, cuyos tentáculos se extendieron incluso allende nuestras fronteras. El resultado electoral muestra a Morena avanzando en poder territorial pues abona sus filas con más entidades federativas y municipalidades. Sin embargo, pierde valiosas posiciones en la CDMX y no alcanza la mayoría calificada en la Cámara federal de diputados. Está por demás dar por sentado que ya inició la lucha política por la sucesión presidencial. Así es nuestra democracia.