El encabezado corresponde al título del libro escrito por Luis Carlos Ugalde en donde narra su experiencia respecto a la polémica elección presidencial de 2006, cuando encabezaba al IFE en su calidad de Consejero Presidente. A continuación, presentamos una apretada síntesis de la narrativa de Ugalde sobre aquel interesante episodio en el cual el hoy presidente fue uno de los protagonistas centrales, Felipe Calderón el otro. De su lectura se extraen sin duda alguna valiosas enseñanzas, el carácter versátil de los actores políticos entre ellas, es el caso del contraste de actitudes de Manuel Camacho Solís y Ricardo Monreal, quienes siendo priistas en 1988 rechazaron el planteamiento del Frente Democrático Nacional sobre la apertura de los paquetes electorales, aunque en 2006 ya incorporados al PRD, luchaban con denodado empeño a favor del voto por voto exigido por el candidato de la Coalición Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador. Escribe Ugalde: “El 6 de septiembre de 1988 Camacho Solís, entonces Secretario General del Partido Revolucionario Institucional (PRI), había declarado: “Condicionar la validez de la elección en la apertura de los paquetes, es un argumento político, que supondría poner en duda todo el proceso electoral previo, en el cual participaron los ciudadanos y los partidos” (P.237). “También estaba allí sentado Ricardo Monreal, quien en 1988 era diputado y formaba parte de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales que elaboró el dictamen que calificó aquella elección y pidió que la discusión se hiciera a puerta cerrada “para evitar las actitudes agresivas e irresponsables…”.
Figuraba también Germán Martínez (ex Director del IMSS en el actual gobierno y senador por MORENA), entonces como representante del PAN, y señalaba: “Hay una trampa en el argumento del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que pretende abrir todos los paquetes electorales el día de hoy”. “Si abren todos los paquetes de manera indiscriminada, sin que lo autorice la ley, buscan ellos, los del PRD lo saben bien, la nulidad de la elección. Quieren mandar a la basura la elección pasada porque no les favorece”. Y concluía: “Existe una táctica dilatoria del PRD para sacar adelante en este momento los cómputos donde les favorecen (sic)”- Narra Ugalde: “Jesús Ortega me confió que parte de la duda que tenían se debía a que les habían fallado miles de representantes en las casillas electorales…”, pues de 318 mil representantes solo acudieron 102 mil.
López Obrador llevaba ventaja la tarde electoral, a la 1 de ese día “registraba 37.2% de la votación, frente a 34.39% de Calderón: una ventaja de 2.63 puntos. A las 3 la diferencia era casi la misma, 2.61 puntos a favor de López Obrador. Cuando, en la tarde, se mantenía esa ventaja, empezaron las dudas. Si el PREP había cerrado con una ventaja de 0.62% para Calderón ¿por qué en los cómputos distritales AMLO iba arriba por más de 2 puntos y medio? Si el conteo rápido del domingo había detectado una diferencia menor de 0.62 puntos a favor de Calderón ¿por qué ahora la diferencia era mayor a 2 puntos a favor de AMLO? Si los sistemas de resultados oportunos eran certeros, como estaba seguro de que lo eran, el resultado final de los cómputos distritales tenía que ser semejante al PREP y al conteo rápido”. Había una explicación: “en los consejos distritales de todo el país los representantes de la CPBT estaban solicitando la apertura de paquetes de las casillas donde Calderón había ganado. En contraste, la mayoría de los paquetes cuyos votos favorecían a López Obrador pasaban sin ser impugnados, y por ellos fluyeron más votos de AMLO que de Calderón durante ese día.”
Sigue una narrativa secuencial “A las 7 de la noche AMLO llevaba 2.04% de ventaja, entonces, dice Ugalde, los consejeros “decidimos posponer la sesión del Consejo General hasta que concluyeran los cómputos distritales. No podíamos correr el riesgo de detonar el triunfo anticipado de AMLO, para salir a decir, a la mañana siguiente, que Calderón tenía más votos al finalizar el cómputo distrital. …Además sabíamos que a esa hora, las 7 de la noche, los estados con mayor retraso eran justamente aquellos donde Calderón había ganado…” p.253. Pero a las 10 de la noche era de 1.29%, entidades con padrón reducido habían cerrado (Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Hidalgo y Zacatecas. Todas, excepto Coahuila a favor de AMLO. “A las dos de la mañana tuve un enlace con los periodistas Joaquín López Dóriga, Denise Maerker, Carlos Loret de Mola y Ciro Gómez Leyva, para la cobertura especial que daba Televisa. En ese momento la diferencia era ya de 0.38 puntos…” p.256- A las 4 de la madrugada “se cruzaron” pues Calderón alcanzaba a López Obrador en el cómputo distrital. “Con 97.7% de las casillas computadas, Calderón alcanzaba 35.60% de los votos, mientras que AMLO se ubicaba en 35.59%. El cruce ocurría a las 4 de la mañana con 7 minutos…” p258 “A las 8.32 de la mañana Andrés Manuel López Obrador anunció, desde su casa de campaña, que impugnaría la elección: <Hemos tomado la decisión de impugnar el proceso electoral (…) y vamos a pedir al tribunal que se revisen los paquetes electorales y que se cuenten los votos”. (…) Nosotros triunfamos y eso es lo que queremos demostrar en el tribunal”
Fue cuando “La mafia nos robó la presidencia”, según escribió AMLO en libro publicado en 2007. Sin embargo, 2 mil 864 paquetes electorales fueron revisados, en esa revisión “Felipe Calderón perdió 12 mil 854 votos, y López Obrador 14 mil 350.” y “La cifra final daba a Felipe Calderón 15 millones 284 votos, equivalentes a 35.89% de la votación total, y 14 millones 756 mil 350 votos a Andrés Manuel López Obrador, equivalentes a 35.31%: una diferencia de 243 mil 934 votos, 0.58% de la votación nacional… tocaría al Tribunal Electoral hacer el cómputo final de los votos y la declaratoria de validez de la elección” 263
El juicio de impugnación contenía tres peticiones: realizar un nuevo escrutinio y cómputo de todas las casillas del país; anular la votación en miles de casillas, y declarar la invalidez de la elección presidencial. Pero el tribunal dispuso un recuento parcial de 11 724 paquetes (Felipe Calderón perdió 2 mil 863 sufragios y López Obrador ganó 2 mil 257); anuló 743 casillas, porque no pudieron ser subsanadas al hacer un recuento parcial y el Tribunal Electoral desechó el recuento “voto por voto, casilla por casilla”. Finalmente, el 5 de septiembre de 2006 el Tribunal dio su veredicto: Felipe Calderón obtuvo 14 millones 916 mil 927 sufragios; AMLO, 14 millones 683 mil 96 votos, de una votación total de 41 millones 557 mil 430 ciudadanos y fue presidente de México. No es toda la historia, pero son polvo de aquellos lodos y sirven para explicar el por qué Felipe Calderón en el reparto de actores políticos el guionista le otorga el papel de villano favorito.