Agencias/Socidedad 3.0
Hombres biológicos, que se identificaban como personas transgénero, abusaron sexualmente de reclusas en el Centro Correccional para Mujeres del estado de Washington. Las agresiones se produjeron luego de que los reos fueran trasladados a la prisión, al solicitar que les debían tratar como mujeres.
El caso salió a la relucir el pasado 29 de diciembre en la revista National Review, a partir de las declaraciones de una exreclusa que habló con el medio bajo condiciones de anonimato y confirmó haber sido agredida sexualmente por un hombre.
Uno de los casos que la exconvicta describe con detalles involucra a un sujeto llamado Jonathan que ahora se lo conoce como Jazzy. Las víctimas presentaron múltiples denuncias en su contra ante las autoridades penitenciarias que niegan tener cualquier documento que describa los abusos sexuales del hombre.
De acuerdo con la fuente, en un caso particular Jazzy acosaba a una reclusa con insinuaciones sexuales durante semanas hasta que un día ella se despertó y vio al hombre que la «tocaba por todas partes» con una evidente erección. La víctima reportó lo sucedido al personal de la cárcel, pero cuando las autoridades lo confrontaron, el presunto agresor llamó a la mujer «homofóbica» y la denunció de abuso psicológico.
Tras ello, las autoridades del Centro Correccional para Mujeres del estado de Washington culparon a la afectada de entregar una pretensión falsa, por lo que la separaron del resto de reclusas alegando una conducta destructiva. Mientras, Jazzy ni siquiera recibió una reprimenda.
La exconvicta asegura que este tipo de situación ocurrió porque el personal de la prisión favorece a las personas transgénero en procedimientos de conducta sexual inapropiada para evitar posibles litigios por discriminación. El Centro Correccional para Mujeres del estado de Washington desestimaba con frecuencia las denuncias contra tales reos y en algunos casos optaban por castigar a las víctimas en vez de a los agresores, lo que convirtió al centro en un albergue para predadores sexuales, conforme a las palabras de la mujer citadas por el medio.
Para apoyar su versión, la exreclusa apuntó que Jazzy le confesó no haber completado su transición a mujer, por lo que tenía genitales masculinos funcionales. El supuesto agresor relató que había logrado pasar el registro al desnudo (algo al que se somete cada nuevo reo), al fingir llorar, acusando al personal de prejuicio hacia él.
Otros casos
Por otro lado, la mujer corroboró que una de las exprisioneras, llamada Heather Trent, fue sexualmente agredida por una mujer trans que antes de cambiar de género usaba el nombre de Hobby Bingham. En la cárcel se jactaba de poder embarazar a mujeres, esperando así recibir la compensación que se desembolsa a quienes quedan embarazadas mientras siguen convictas.
Además, en la prision hubo al menos un caso de abuso sexual por parte de una mujer apodada Ziggy que se identificaba como hombre. Así, la fuente del medio sostiene que una vez vio en el baño a Heather Trent subirse los pantalones luego de que Ziggy saliera de allí. DE acuerdo con la versión de la exprisionera, Ziggy sedujo a Trent, al decir que le amaba y quería casarse con ella.
Por su parte, el Departamento de Correcciones del estado de Washington negó en declaraciones a National Review haber registrado cualquiera de los casos expuestos por la mujer que denunció las agresiones.