Agencias/Sociedad 3.0
Un año más, la MET Gala llega al Museo Metropolitano de Nueva York para reunir a la aristocracia americana en la mayor fiesta de la moda que organiza cada primavera la icónica diseñadora Anna Wintour.
Una fecha en la que todos los invitados intentaran impresionar con sus mejores trajes y vestidos durante la alfombra roja y compiten por ser los mejores de la noche. Sin embargo, la que se llevó la corona esta noche fue la actriz Blake Lively, quién porto un vestido Versace 2 en 1.
Un diseño que al principio era en tonos bronce con un gran moño atado a un costado, que una vez que lo deshicieron, surgió una larga cola aquamarina, transformando el vestido por completo. Incluso hizo un cambio de color en sus elegantes guantes.
Por supuesto, todo mundo quiere ver el momento exacto en que transformó su vestido por completo, con ayuda de su equipo de vestuario y aquí esta:
El modelo esta inspirado en la arquitectura de la Gran Manzana e incluía referencias a enclaves como el Empire State Building, la Estatua de la Libertad o la Grand Central Station. «Es un homenaje a la ciudad de Nueva York y a algunos de sus edificios clásicos», explicó a Vogue
Los colores del vestido hacen referencia a la Estatua de la Libertad, que con el paso del tiempo se ha transformado del bronce a un verde aqua.
Por su parte, las constelaciones de la cola del vestido de Blake, hacen referencia al techo de Grand Central Station en Nueva York.
Los detalles del body hacen referencia al interior del Chrysler Building y del Empire State:
En cuanto a su beauty look, Kristofer Buckle y Jennifer Yepez se encargaron de su maquillaje y su peinado respectivamente.
La actriz estuvo acompañada por su marido, Ryan Reynolds, que también era uno de los anfitriones. Quien se robaron todas las miradas de la noche y son reconocidas como una de las parejas más queridas del espectáculo.