jueves, abril 25, 2024

Acuerdan 20 mandatarios, menos el de México, plan para contener la crisis migratoria

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Agencias

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y otros líderes de occidente presentaron este viernes un nuevo conjunto de medidas para hacer frente a la crisis migratoria de la región.

En el último día de la cumbre, la Casa Blanca promovió una serie de programas de migración acordados por países de todo el hemisferio y por España, que asistió como observador. Pero algunos analistas se muestran escépticos de que los compromisos sean lo suficientemente significativos como para marcar una diferencia importante.

Las medidas incluyen que Estados Unidos y Canadá acojan a más trabajadores temporales, proporcionen vías para que las personas de los países más pobres trabajen en los más ricos y ofrezcan mayor protección a los inmigrantes.

«Estamos transformando nuestro enfoque para gestionar la migración en las Américas», dijo Biden. «Cada uno de nosotros está firmando compromisos que reconocen los desafíos que todos compartimos».

Las banderas de 20 países, varios menos que el número de asistentes a la cumbre en total, engalanaron el escenario donde Biden encabezó el despliegue. Pero incluso ese número sólo se consiguió tras días de presión y persuasión por parte de Estados Unidos.

El gobierno de Biden, que se enfrenta a un flujo récord de migrantes ilegales en su frontera sur, prometió cientos de millones de dólares en ayuda para los migrantes venezolanos en la región, renovará la tramitación de visados familiares para cubanos y haitianos y facilitará la contratación de trabajadores centroamericanos.

Los anuncios de la última jornada de la cumbre forman parte de la «Declaración de Los Ángeles», cuyo objetivo es crear incentivos para los países que acogen a un gran número de migrantes y repartir la responsabilidad por toda la región.

El plan culmina una cumbre auspiciada por Biden que fue diseñada para reafirmar el liderazgo de Estados Unidos y contrarrestar la creciente influencia económica de China en la región.

Sin embargo, el mensaje se vio empañado por un boicot parcial de líderes, incluido el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para protestar por la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

En la inauguración de la cumbre, el jueves, los líderes de Argentina y el pequeño Belice reprendieron a Biden cara a cara por la lista de invitados, subrayando el reto que enfrenta la superpotencia global para restaurar su influencia entre los vecinos más pobres.

Chile, Bahamas, Barbados y Antigua y Barbuda se sumaron el viernes a las críticas, aunque Biden no estuvo presente. «No podemos tener exclusiones», dijo el presidente chileno de izquierda, Gabriel Boric, desde el podio de la cumbre.

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