viernes, mayo 3, 2024

En salud, ¿ya cerca de Noruega o Dinamarca?

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Nada más lamentable que observar cómo un sector de gobierno destinado a atender la salud de los mexicanos, no acompaña a las expectativas propuestas en la alborada del actual gobierno federal, porque a cuatro años de esta administración nada aparece de aquel esperanzador optimismo presidencial cuando ofreció de entre sus 100 promesas de campaña elevar el muy decaído Sector Salud mexicano a los niveles de Noruega o Dinamarca: “Nosotros queremos crear un sistema de salud pública de primera y gratuito, porque la salud, como la educación no son privilegios, son derechos”, dijo entonces el actual presidente. Por el contrario, en claro contraste ése sector se ha venido deteriorando, como lo revela el desalmado desabasto de medicinas, el equipamiento médico en obsolescencia, una infraestructura hospitalaria derruida, personal médico insuficiente, y por si no bastara, la población económicamente más vulnerable del país ya no cuenta con el respaldo de los gastos catastróficos proporcionados por el en mala hora desaparecido Seguro Popular. Buenos propósitos inspiraron la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), una institución hasta ahora de corte fantasmagórico porque su existencia es virtual en la perspectiva de sus resultados. Acompaña a esa dramática realidad la muy sugestiva suposición de que no existía un proyecto de Sector en seguimiento de aquella propuesta presidencial, apenas para pensar que fue una ocurrencia lo ofrecido en aquellos ayeres, porque a cuatro años de iniciada la gestión del gobierno de la CuartaT ya no será el INSABI el orquestador del magnífico proyecto de mejorar este Sector, sino el IMSS-Bienestar, lo cual genera la impresión de que no hubo proyecto previo, porque el IMSS, siendo una institución magníficamente organizada ya está saturada y rebasada por la demanda. Porque en el IMSS ya es lugar común el retraso en sus servicios y los graves diferimientos de consultas y cirugías, que con esta nueva atribución contribuye a que los pronósticos no sean optimistas. ¿Qué esperar de aquel temprano ofrecimiento de “basificar” a 80 mil médicos del sector salud? No, simplemente ya imposible. No alcanzan los médicos especialistas en México para atender los requerimientos en el país, se dice desde el gobierno para justificar la contratación de poco más de 600 médicos cubanos a un costo de un millón de euros mensuales, seguirán las contrataciones asegura el presidente, bien que sirvan para atender a la población sin seguridad social, pero de poco sirve una consulta cuando no hay medicinas para surtir la receta; ni insumos para hospital, o retrasos en quimioterapias. Si tan solo revivieran el Seguro Popular, a mucha gente ya no importaría si alcanzamos o no servicios médicos con la calidad de Noruega o Dinamarca.

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