domingo, abril 28, 2024

Monreal, el animal político

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Todo es cuestión del color del cristal con el que se mira la realidad, más aun cuando la pasión obnubila el pensamiento, porque entonces el grado de sin razón será mayor. Ricardo Monreal es un político pragmático y en la ruleta del poder juega según observa las circunstancias, tiene una visión fría de la realidad y no atiende al qué dirán cuando se trata de cumplir con el diseño de su estrategia, es político curtido en esos lances, a veces gana, en otras traga sapos, así lo demostró cuando en el 2018 participó en la encuesta para la candidatura de Morena a la Jefatura de Gobierno de la CDMX y fue Claudia la ganadora; entonces Monreal hizo mutis pero aguardó la contraoferta y esta resultó la Jefatura de la JUCOPO del senado. Ese juego ya lo conoce, por eso adelanta a quienes quisieran verlo beligerante ahora que su “liderazgo está socavado” y ha perdido interlocución, y esperan una reacción de rebeldía, que sería suicida enfrentarse al presidente. Al margen de sensiblerías, debemos aceptar que en política un sobrepeso de escrúpulos daña cualquier aspiración para escalar, para comprobarlo bastaría con preguntarle a quienes han sido gente de “éxito político” las veces en que sufrieron la necesidad de tragar sapos ante los insultos o hirientes regaños de sus superiores en el mando. Tenemos en nuestro registro no pocas referencias de las “vacas sagradas” que sufrieron embarazosos momentos. Ruiz Cortines no hubiera tenido oportunidad de ser sucesor de Alemán si no hubiera desdeñado los sarcásticos comentarios sobre su indumentaria y a su “vejez”. Echeverría nunca hubiera llegado a la presidencia si no hubiera resistido los amargos excesos de ira de su jefe, el presidente Díaz Ordaz. O aquí en la aldea, alguien recordará que “poderoso” Subsecretario no hubiera trascendido más allá de ese cargo de haber puesto la dignidad de por medio ante las ácidas referencias del gobernador relativas a su desempeño. ¿Qué se trae Monreal en su agenda política? ¿Qué advierte en el escenario de la contienda sucesoria que lo hace parecer como un vulgar oportunista? No hay cadáveres políticos, en política nadie se retira salvo cuando lo obligan las circunstancias, y al parecer lo de Monreal es solo un impasse. Conste, no es un panegírico oficioso a este actor político sino reconocimiento a una habilidad para moverse al ritmo de las circunstancias; no que el senador vaya a ser candidato a la presidencia, esto ni él lo espera, sí en cambio para estar en condiciones de ser pieza importante en los movimientos políticos del futuro inmediato.

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