viernes, abril 26, 2024

«Todo lo que digas será usado en tu contra»

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“En boca cerrada no entran moscas”, “todo lo que digas será usado en tu contra”, “no se debe desaprovechar la oportunidad de quedarse callados”, son algunas de las muchas recomendaciones utilizadas para subrayar la importancia de aprovechar la oportunidad de mantenerse callados ante opinión no requerida, sin embargo, son iterativamente soslayadas debido al egocentrismo, al yoismo, o por el muy humano afán exhibicionista que empujan al hombre a adoptar actitudes puerilmente protagónicas, y en esa tesitura eleva la probabilidad de incurrir en situaciones erróneas. ¡Claro! cada quien hace uso del libre albedrío de hacer con su vida lo que le venga en gana, con la única salvedad de no afectar a terceros. No obstante, en actividades como la política impera una categoría diferente de consignas, en muchas de las cuales el secreto y la discreción son vitales y elementos como los valores morales son fácilmente superables por la conveniencia. Pero los actuales son tiempos de tecnología avanzada y en materia de comunicación social ésta es formula indispensable para adormecer o despertar conciencias, por lo cual el conocimiento y el manejo de la psicología social es herramienta insustituible. Si sobre este particular intentamos un estudio de caso, no requerimos ir muy lejos porque tenemos a la mano “las mañaneras” del presidente López Obrador que, si bien no son de inédito acontecer porque ese mecanismo lo practicó Chávez en Venezuela y es clásica la forma en cómo Joseph Goebbels, el ministro de propaganda de Hitler radiaba las ideas de su jefe, sirven para mantener en la conciencia colectiva la presencia de un líder carismático, como sin duda sigue siéndolo AMLO entre una gruesa porción de mexicanos. Pero, como asentamos al principio, esa estrategia de comunicación lleva implícita la elevada probabilidad de convertirse en arma de doble filo, porque si bien se gana la atención de numeroso contingente popular, en contrapartida también se es rehén de las palabras, ofrecimientos, críticas, enojos y verdades a medias proferidas en la cotidiana convivencia retórica. En esa lógica, los adversarios políticos del presidente encuentran en “las mañaneras” un extraordinario caudal de información relativa al desempeño del gobierno encabezado en diferentes rubros: la forma en cómo enfrentó la pandemia del Covid-19, la estrategia para adquirir soberanía energética poniendo al día las refinerías del país, comprando la de Deer Park y construyendo la de Dos Bocas; la muy referida venta o rifa del avión presidencial y sus presuntos compradores en 2021 y 2022; la estrategia en política de emigración a partir de las calurosas bienvenidas en 2019 al brusco cambio de mandar a la frontera sur miles de elementos de la guardia nacional; las reiteradas afirmaciones sobre la compra y abastecimiento de medicinas y su deficiente distribución; la controversia sobre si México produce o no el fentanilo, y muchísimos casos más que ponen en la balanza el costo beneficio de una estrategia de comunicación social como la implementada por López Obrador. ¿Está bien o peca de infructuoso final? No lo sabemos, y por supuesto, la evaluación final la dará el veredicto electoral de 2024 y el grado de aceptación que por esas fechas mantenga el presidente que por ahora sigue siendo bastante aceptable.

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