sábado, mayo 4, 2024

Ni INSABI, Ni IMSS-Bienestar ni Server

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Asombra en verdad la seguridad del presidente López Obrador cuando reitera su ofrecimiento de elevar los servicios de salud de nuestro país a los rangos alcanzados en Dinamarca o Canadá, porque en dramático contraste la realidad cotidiana arroja información muy diferente a esa voluntariosa aspiración. Veracruz es una de las entidades con infraestructura hospitalaria muy por encima de otras entidades, obviamente la diferencia de esas dimensiones son correlativas al número de habitantes, muy por encima de, por ejemplo, Colima, Nayarit, Michoacán, Guerrero o Tlaxcala, donde según se ha informado ya está a punto de arrancar el IMSS Bienestar. Para no bordar en la especulación, si nos atenemos al desempeño de los hospitales del Sector Salud Veracruzano tendríamos que inferir la enorme distancia existente entre los niveles de excelencia en la prestación de servicios de salud en países altamente desarrollados respecto a los actualmente prevalecientes en México, porque si bien la plantilla de personal médico y paramédico, aunque insuficiente, es de calidad, el equipamiento médico, el desabasto de medicinas, la insuficiencia de insumos médicos, el diferimiento de consultas y de cirugías son un lugar común. Basta con recordar que en Perote, gracias a la denuncia de una enfermera conocimos de la utilización de jeringas recicladas, lo que provocó cambios en la dirección de ese Hospital. O bien, de las quejas del personal médico del Hospital Regional de Veracruz por el deficiente funcionamiento del equipo de aire acondicionado en quirófanos y salas de internamiento; o de la queja de madres con niños afectados de Cáncer en la Torre Pediátrica por la falta de medicamentos, el frecuente diferimiento de cirugías, aunada al deficiente funcionamiento de los elevadores, la falta de agua y, también, del sistema climatizado. Esto es en cuanto corresponde a centros hospitalarios de ciudades centrales como Xalapa y Veracruz, aunque existen elementos para suponer igual o peores condiciones en Coatzacoalcos, Minatitlán, Poza Rica, Tuxpan, etc. En los inicios del año en curso, se habló de mil 200 millones de pesos destinados al Sector Salud para rehabilitar la infraestructura hospitalaria, adquirir equipo con tecnología de punta y el suministro de insumos médicos, pero la realidad se muestra inconforme porque en ninguno de los hospitales de tercer nivel exhibe constancia de estar reconfigurándose. Es más, ¿cómo aceptar que haya habido avances en Salud cuando ni siquiera en Xalapa y Veracruz los hospitales del Sector han alcanzado la certificación correspondiente? Lamentablemente, esa es una realidad incontrastable que no permite el optimismo de los buenos deseos.    

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