Víctor Murguía
Este año se llegó a la lamentable cifra de 23 mil jóvenes rechazados en la Universidad Veracruzana, los cuales junto con sus familias ahora están buscando la forma de poder realizar sus estudios.
Unos podrán ingresar a universidades mediante un gran esfuerzo económico, otros perderán un año a la espera de otra oportunidad y una buena cantidad tirará al olvido sus sueños universitarios.
Los 23 mil rechazados son una cifra que impacta, por eso no se entiende que algunas instituciones educativas ligadas al gobierno en vez de abrir puertas, las cierren.
En estos días ha llamado la atención un caso de rechazo por parte de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV), institución que nació precisamente para ayudar a quienes no podían ingresar a la UV.
La UPAV en sus primeros años, de la mano de Guillermo Zúñiga Martínez, quien había sido director de Educación Popular y dos veces titular de Educación en el Estado, tuvo un gran crecimiento, al llegar a una matrícula, entre escuelas universitarias y preparatorias, de alrededor de 70 mil alumnos.
Actualmente algo sucede que a funcionarios les ha dado por impedir la apertura de facultades, como sucede en la zona de Las Chopas, donde a pesar de, destacan fuentes confiables, cumplirse con los requisitos se respondió negativamente a la solicitud de abrir dos nuevas escuelas, una de Enfermería y otra de Veterinaria, ambas con buen mercado laboral en la zona sur de la entidad.
El solicitante, el Centro Universitario Siglo XXI, tiene experiencia y cuenta con escuelas similares en otros lugares, por lo que no estaría improvisando.
Eso sí, observa que este asunto podría tener un cariz político, pues tiene conocimiento que sí han autorizado la apertura de esas carreras a personas ligadas a Movimiento Ciudadano allá en el sur.
Pero en tanto las autoridades de la UPAV detectan si alguien está fallando o solo se trata de un error la negativa, miles de jóvenes y sus padres siguen tronándose los dedos ante la falta de oportunidades, tras el rechazo anual de la UV a miles de egresados de preparatorias.
LA SECCIÓN 32 del SNTE y el llamado Equipo Político que la lidera desde hace varios lustros han dado un giro de 180 grados a su línea política, que tiene sorprendidos a un buen número de maestros.
Cierto que el Equipo Político es plural, pero sus líderes habían estado ligados hasta hace relativamente poco tiempo al PRI. Ahora, como otros sindicatos, se ha colocado del lado de Morena.
Por eso, dicen maestros, en vez de mostrarse del lado de la base, dejan operar políticamente a sus anchas a las autoridades educativas.
El Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, desde hace un buen tiempo, ya había dado ese paso, pero en Veracruz, asiento de una de las más fuertes secciones como la es la 32, navegaban a medias aguas, hasta que los convencieron de respaldar a la 4T.
Una corriente importante de maestros al notar esto señalan que lo mejor hubiera sido mantenerse en la neutralidad. Mientras tanto, advierten, podrán operar para la asistencia a mítines y reuniones, pero eso será muy distinto a como votará cada quien el próximo año.