martes, abril 30, 2024

Cae general en retiro ligado a la desaparición de normalistas

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En la capital de Puebla fue detenido el general en retiro Rafael Hernández Nieto, quien era comandante del 41 Batallón de Infantería de Iguala, Guerrero, durante los hechos del 26 de septiembre de 2014, cuando desaparecieron los 43 normalistas de Ayotzinapa.

De acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), el militar fue aprehendido a las 12:50 horas del 6 de julio en su domicilio de la calle Topacio, colonia Villa Posadas, de la capital poblana, por agentes de la Policía Federal Ministerial de la Fiscalía General de la República, en cumplimiento de una orden judicial, para que responda a los cargos de desaparición forzada y delincuencia organizada.

La captura del general Hernández y otros 15 militares fue ordenada desde principios del mes pasado por la jueza segunda de distrito con sede en Almoloya de Juárez, estado de México, Raquel Ivette Duarte Cedillo, quien señaló que los indicios aportados por el Ministerio Público Federal advierten acciones y omisiones de mandos superiores y medios de los batallones 41 y 27, ambos destacamentados en Iguala, que permitieron la captura de los estudiantes por parte de grupos de crimen organizado y su consecuente desaparición.

En la fecha de los hechos, Hernández Nieto era coronel y comandaba el 41 Batallón de Infantería; como tal recibió los reportes que casi en tiempo real le enviaban los dos militares infiltrados dentro de la Normal Rural Isidro Burgos, y a su vez informó de los hechos al coronel José Rodríguez Pérez, quien fue detenido en septiembre del año pasado, también por su papel en el caso Ayotzinapa.

Luego de los hechos, Rodríguez Pérez y Hernández Nieto fueron ascendidos a generales y posteriormente ambos pasaron al retiro.

Conforme a las leyes castrenses, incluso cuando ambos generales ya no están en activo, permanecen en prisión preventiva en la cárcel ubicada dentro del Campo Militar número 1-A, a disposición de la jueza Duarte Cedillo, quien ordenó su captura y encabezará su juicio, el cual se llevará a cabo en el fuero civil, pues las víctimas del presunto delito eran civiles.

En la capital de Puebla fue detenido el general en retiro Rafael Hernández Nieto, quien era comandante del 41 Batallón de Infantería de Iguala, Guerrero, durante los hechos del 26 de septiembre de 2014, cuando desaparecieron los 43 normalistas de Ayotzinapa.

De acuerdo con el Registro Nacional de Detenciones de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), el militar fue aprehendido a las 12:50 horas del 6 de julio en su domicilio de la calle Topacio, colonia Villa Posadas, de la capital poblana, por agentes de la Policía Federal Ministerial de la Fiscalía General de la República, en cumplimiento de una orden judicial, para que responda a los cargos de desaparición forzada y delincuencia organizada.

La captura del general Hernández y otros 15 militares fue ordenada desde principios del mes pasado por la jueza segunda de distrito con sede en Almoloya de Juárez, estado de México, Raquel Ivette Duarte Cedillo, quien señaló que los indicios aportados por el Ministerio Público Federal advierten acciones y omisiones de mandos superiores y medios de los batallones 41 y 27, ambos destacamentados en Iguala, que permitieron la captura de los estudiantes por parte de grupos de crimen organizado y su consecuente desaparición.

En la fecha de los hechos, Hernández Nieto era coronel y comandaba el 41 Batallón de Infantería; como tal recibió los reportes que casi en tiempo real le enviaban los dos militares infiltrados dentro de la Normal Rural Isidro Burgos, y a su vez informó de los hechos al coronel José Rodríguez Pérez, quien fue detenido en septiembre del año pasado, también por su papel en el caso Ayotzinapa.

Luego de los hechos, Rodríguez Pérez y Hernández Nieto fueron ascendidos a generales y posteriormente ambos pasaron al retiro.

Conforme a las leyes castrenses, incluso cuando ambos generales ya no están en activo, permanecen en prisión preventiva en la cárcel ubicada dentro del Campo Militar número 1-A, a disposición de la jueza Duarte Cedillo, quien ordenó su captura y encabezará su juicio, el cual se llevará a cabo en el fuero civil, pues las víctimas del presunto delito eran civiles.

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