sábado, abril 27, 2024

La gran simulación legal y política

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En este espacio hemos insistido acerca de la dinámica que caracteriza a la legislación electoral, pues casi siempre cada proceso electivo trae consigo nuevas exigencias de actualización; así lo pudimos observar cuando en la década de los años noventa del siglo pasado, tomando como base las experiencias nacidas de la elección de 1988, que fue un auténtico parteaguas en muchos sentidos. De esa fuente emanaron las instituciones y el marco normativo electoral vigente; de aquel brillante momento de nuestra naciente democracia el IFE (ahora INE) y el Tribunal Electoral son testimonios vigentes. En la teoría del Derecho Constitucional la actividad legislativa de la realidad es capítulo relevante, dígalo sino la actual experiencia de nuestros días, cuando los hechos han rebasado, violándola, la norma electoral establecida. Nada para celebrar en un Estado de Derecho, por cierto, porque quien la ha infringido ha sido en primer término una instancia gubernamental, pues el INE ha permitido sin sancionar que el partido en el gobierno adelantara los tiempos electorales cubriéndolo con un ropaje tan transparente que nada encubre. Tras de esa rustica trama simuladora, ya sin el límite del apego a la norma los partidos de la oposición también se lanzaron al ruedo sin que las instancias reguladoras, el INE y el Tribunal Electoral previamente rasuradas opusieran límites para regularlos.

Ahora ya vivimos una realidad política que bordea el marco normativo vigente en esa materia, porque el proceso electoral fue violentado, ya que en vez de dar inicio en septiembre próximo justamente para ese mes los partidos han programado resolver sus respectivas candidaturas a la presidencia de México.  No obstante, pese a la adelantada sucesión, el proceso para el relevo institucional de los gobernantes no puede ni debe detenerse, porque ha sido gracias a la instancia electoral que nuestro país ha evolucionado por la vía pacífica hacia la madurez democrática y a la alternancia, que así siga siendo es responsabilidad de todos los mexicanos. Pero la norma es perfectible y lo mejor es ajustarla a la realidad para modularla con eficacia, tal será una de las prioridades del próximo Congreso federal. Porque para emprender esta sucesión adelantada ha sido necesario crear una simulación en la cual participan, por el lado de Morena las “corcholatas”, dizque para convertirse en “defensores” de la CuartaT, y por el Frente Opositor, más llanamente, quienes aspiran a la candidatura por ese bloque partidista. Mientras, ¿qué medidas adoptarán el INE y el Tribunal Electoral para también simular que regula esa actividad? Porque según dijo ayer Adán Augusto López, una de las “corcholatas”: “… y por eso ahora no podemos servirnos de las mismas trampas de aquellos que las hicieron. No podemos convertirnos en eso que tanto combatimos”. Cosas veredes Mio Cid, “Lo que hay que ver”.  

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