miércoles, mayo 8, 2024

El ministro matraquero y sus planes en la 4T


Más que sorpresa, la renuncia de Arturo Zaldivar a su ministerio en la Suprema Corte provocó indignación y rechazo entre los críticos y detractores del expresidente del Poder Judicial y también en la comunidad jurídica, donde no cayó nada bien el destape del ministro que terminó por salir del clóset y confesar públicamente las simpatías que siempre tuvo hacia el proyecto político de López Obrador.

Porque el de Zaldívar no fue para nada un salto al vacío y su inédita dimisión para no terminar su encargo como ministro, alegando supuestas «causas graves», fue en realidad parte de una jugada política muy bien planeada, compartida previamente con el Presidente y con Claudia Sheinbaum, y diseñada en reuniones de estrategia en las oficinas de la virtual candidata de Morena, en donde grabaron con toda calma y desde el pasado lunes, el video que después compartiría en sus redes sociales la doctora para anunciar, con bombo y platillo, el fichaje del ministro matraquero de la 4T a su campaña.

Es decir, que más que un acto espontáneo y de honestidad política e intelectual, la renuncia de Zaldívar se planeó como un «golpe de efecto» para la apagada campaña de Sheinbaum, aunque en realidad el efecto no parece haber sido del todo positivo, ni para la virtual candidata presidencial, ni para el aún ministro. El propio presidente López Obrador no disimuló para nada su conocimiento previo del asunto, al aceptar en fast track la decisión del extitular de la Corte, y hasta anunciar que ya tenía decidida la terna de mujeres que enviaría al Senado, en busca de que aprueben la renuncia y designen a una nueva ministra que terminará el año que ya no quiso seguir el jurista chapulín.

Y es que todo estaba ya tan hablado y tan planeado entre Zaldívar y sus amigos de la 4T, que en el cuartel de campaña de Claudia nos dicen que el polémico ministro se incorpora ya con tareas específicas y encargos de la candidata. El primer encargo para él es preparar el llamado «Plan C» que trazó López Obrador para cambiar completamente la actual composición de la Suprema Corte y que Sheinbaum se ha comprometido a concretar si llega a la Presidencia.

Zaldívar diseñará la reforma constitucional para el cambio del próximo Poder Judicial, que incluiría la elección de ministros en votaciones abiertas a los ciudadanos. Claro que eso requeriría que Morena y Sheinbaum ganaran mayoría calificada en el Congreso de la Unión, en las elecciones federales de 2024, además de alcanzar también mayorías también en 17 congresos estatales durante los comicios locales del próximo año.

En caso de que Morena no pudiera ganar la mayoría absoluta que pretenden para la próxima legislatura federal, Zaldívar prepararía entonces el Plan «B», que sería cómo ir renovando a los nuevos ministros que entrarán en funciones en 2024, el caso de Luis María Aguilar y del mismo ministerio al que él renunció y al que terminaría el próximo año. Con la propuesta de dos nuevos ministros en 2024, que ya recaería en la próxima Presidencia de la República, se buscaría que la 4T garantizara tener el voto incondicional de al menos de 4 ministros para poder así evitar que se declaren inconstitucionales iniciativas y reformas que propusiera un eventual gobierno de Morena.

Según los acuerdos que hizo con Sheinbaum y con López Obrador, si Morena gana la elección presidencial, Zaldívar sería nombrado Consejero Jurídico de la Presidencia, un cargo que no le impide ocupar la prohibición expresa del artículo 101 constitucional, y desde la Consejería Jurídica operaría todos los temas jurídicos y la relación con el Poder Judicial y el Legislativo para las reformas legales y constitucionales, y ahí esperaría el tiempo adecuado para poder moverse a otro cargo de gabinete o de gobierno, una vez que se cumplan los dos años que le marca la Constitución.

Uno de los escenarios que más quiere Arturo Zaldívar es convertirse en titular de la Fiscalía General de la República, ya sea cuando concluya la gestión del actual fiscal, Alejandro Gertz Manero, en el año 2028 o incluso antes si por razón de salud o de su edad, Gertz decide dejar antes su encargo. Pasado el plazo constitucional, el jurista no tendría impedimento para llegar a la Fiscalía, donde además le cuidaría las espaldas a su amigo Gertz Manero.

Así que, ni improvisaciones ni ocurrencias y mucho menos ataques de honestidad política. Lo que hizo el ministro fue un movimiento político pragmático y calculado, con lo que comprueba que desde que se dejó seducir por el carisma y el discurso demagógico de López Obrador, lo cual ocurrió desde antes que comenzara este gobierno, Zaldívar Lelo de Larrea dejó de ser un jurista serio, para convertirse en un converso militante de la 4T.

Los dados mandan otra Serpiente. Caída libre.

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