domingo, abril 28, 2024

El show de Samuel García

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El siempre pujante estado de Nuevo León vive ahora mismo una auténtica pesadilla política engendrada por el sueño guajiro de Samuel García, su gobernador, por ser candidato a la presidencia de la república postulado por Movimiento Ciudadano; dirigentes partidistas de MC y el propio Samuel no ignoran que el proyecto es inalcanzable, aunque tampoco son ingenuos para concebir un milagro político. Porque en realidad la finalidad de esa candidatura tiene como propósito medular interferir en la campaña opositora para fraccionar el voto de la inconformidad y de esa manera alivianar el curso de la campaña de Claudia Sheinbaum, haciendo suficiente su voto duro para conseguir el triunfo electoral. Esa es una estrategia muy añeja, el PRI la puso en practica creando partidos satélites y con ellos atomizar el voto opositor, tal hace Morena ahora porque esa jugada produce resultados apetecibles. Pero a don Samuel y compañía se le ha complicado la jugada porque el dictado de la Constitución local es muy claro: en ausencia del gobernador constitucional por licencia de seis meses corresponde al Congreso estatal designar un gobernador interino; el gobernador no cuenta con mayoría de diputados, y esa desventaja le inhibe la capacidad de dejar en su cargo a un incondicional, de allí el diferendo actual entre gobernador y Congreso. Samuel García ha recurrido a diversos procedimientos para anular la acción del Congreso, sin embargo, la ley es la ley y tiene que cumplirse, salvo que el gobernador desista de su licencia y renuncie a su campaña para servir de esquirol electoral. Lo curioso es que el dirigente nacional de Movimiento Ciudadano sigue ausente en esa confrontación legalmente perdida por el gobernador, porque paradójicamente si don Samuel se va a la campaña Movimiento Ciudadano pone en riesgo uno de sus dos bastiones estatales, ¿será que falle la ecuación costo. Beneficio? Eso depende del monto de los compromisos con ya sabemos quién.

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