miércoles, mayo 1, 2024

Del debate

Tomé un par de horas de mi tiempo y lo dispuse para ver el debate con toda calma y con todo el deseo de ver a dos mujeres exponer de forma inteligente y articulada el proyecto de nación que cada una quiere encabezar los próximos seis años. No hubo nada, no hay ganadores ni perdedores, nada que valga la pena recoger.

Por lo regular en este tipo de eventos lo importante son las respuestas, son las que se analizan por sesudos politólogos para desentrañar las intenciones ocultas o los mensajes entre párrafos que puedan estar escondidos. En esta ocasión, los verdaderos protagonistas fueron las preguntas sin respuesta.

Muchas de las preguntas eran desgarradoras: mujeres violentadas, personas desesperadas de un México terrible. Preguntas que nos hablaban claramente de ese México que muchas veces nuestros políticos desconocen o simplemente prefieren evitar. El México de la violencia sin sentido, de la desgarradora descriminación, del olvido imperdonable en el que hemos mantenido a los más pobres entre los más pobres.

También escuché preguntas sobre mujeres que sufren violencia en sus casas, de minorías que no son aceptadas, de desigualdades necias y persistentes. Preguntas que dibujaban un México que ya no queremos, sin dejar a un lado, preguntas sobre actos de corrupción, nepotismo, falta de transparencia y responsabilidades por negligencias graves.

Las preguntas eran perfectas, eran el marco ideal para escuchar la visión de dos mujeres que quieren guíar el destino de nuestro país. Todo estaba puesto, solo era escuchar a dos mujeres con orígenes tan distintos. La primera, una mujer de una familia migrante donde escuchaban música clásica, las clases de ballet y la cultura eran cotidianos, las conversaciones elevadas y las disertaciones intelectuales eran lo normal; la otra, una mujer de origen indigena, donde nada de eso era cercano, su cotidianidad era la marginación y la pobreza.

Lo decepcionante de esto es que no escuchamos respuestas, las preguntas quedaron resonando en un eco interminable que todos perciben pero nadie atiende.

Los temas en México son evidentes, pasan por un territorio entregado a la Delincuencia Organizada, un sistema de salud absolutamente colapsado, la educación en franquicia a los sindicatos y multitud de intereses políticos, un problema de agua a nivel nacional que no hace sino agravarse día a día, una corrupción que simplemente no se termina ni se combate, la destrucción del andamiaje democrático y sus instituciones, la pretensión de consolidar un poder unipersonal y transexenal, entre otros más.

Definir quién perdió o quién ganó es un ejercicio inútil, las dos salieron a jugar su juego, una a mantenerse ajena y distante a cualquier cuestionamiento y con sus datos construir su idea y visión de futuro. La otra, muy nerviosa y jugando en cancha ajena, intentar descolocar a la adversaria y meter uno o dos puntos. No hubo nada para nadie.

Ahora, lo que como ciudadanos obtuvimos es quedarnos con nuestras preguntas, miedos, preocupaciones y realidades sin respuesta alguna. Las candidatas juegan en una cancha donde los ciudadanos no participamos.

Yo espero ver a las dos candidatas en los próximos debates un poco más libres que nos permita ver su verdadero rostro. Me gustaría ver a la progresista de ideas modernas exponer su visión de país y a la mujer de origen humilde hablarnos del México de oportunidades que quiere para todos y todas.

También quiero que respondan claramente a cada acusación de las que sean señaladas, ellas son resultado de sus acciones y omisiones. Los mexicanos merecemos una explicación.

En fin, esta es nuestra democracia siempre tan frágil, siempre en construcción y siempre imperfecta.

Pero la alternativa es mucho peor, un estado fuerte e incuestionable con una democracia en perfecta simulación.

En mi opinión. Las diferencias entre los candidatos son bastante menores a lo que se observa en las encuestas publicadas. Ya lo veremos el 2 de junio en la noche.

Del candidato hombre no voy a hablar, no tengo nada que decir.

Jorge Flores Martínez

jorgeflores1mx@hotmail.com

X: @jorgeflores1mx

otros columnistas