disculpar por la ausencia que he tenido con ustedes, pero me encontraba con unos asuntos personales, afortunadamente ya me encuentro de regreso para compartir con ustedes algunas reflexiones y uno que otro conocimiento. Esta semana, quiero dialogar sobre algunos de los fenómenos naturales a los que nos hemos enfrentado en los últimos meses. Inicio diciendo que en estos momentos tenemos mucha agua, pero recuerden que, apenas hace unas semanas nos quejábamos de las fuertes ondas de calor que azotaban nuestro territorio y en general al planeta, con estas altas temperaturas, tuvimos que afrontar una serie de consecuencias muy severas que dejaron marcado al territorio, como los incendios forestales y las sequias, entre otros.
Estamos ante un contraste muy impactante, ya que en estos últimos días hemos sufrido una gran cantidad de lluvia, lo que no llovía en meses, llovió en solo un fin de semana, dejando a su paso inundaciones y cortes a las vías de comunicación, dejando incomunicado a varias localidades. Estos contrastes generan una sensación de querer culpar a algo o alguien, derivado de lo que vemos en las redes sociales y medios de comunicación, me parece que es normal querer culpar al cambio climático. Ante esta forma de pensar, quiero retomar las palabras del Dr. Welsh, académico del Centro de Ciencias de las Tierra de la Universidad Veracruzana, quien en una conferencia mencionó que “el cambio climático es un villano perfecto, ya que, le podemos echar la culpa de todos los fenómenos naturales y no podrá defenderse”, una aseveración muy cierta, es más fácil decir fue culpa del cambio climático, que ponerse a pensar qué ha acelerado este fenómeno o decir que por nuestro estilo de vida hemos acelerado este proceso natural.
Estas palabras me dejaron pensando, si culpamos al cambio climático por las lluvias en exceso o las sequias prolongadas, causadas por el aumento en las temperaturas, ¿Por qué no culparnos a nosotros mismos? Ante esto, ¿Es realmente culpable el cambio climático? Para poder dar respuesta a estas preguntas, primero debemos entender qué es el cambio climático, podemos iniciar con lo básico, la diferencia entre clima y tiempo atmosférico, así que veamos, el tiempo o tiempo meteorológico hace referencia a las variaciones diarias en las condiciones atmosféricas de nuestro planeta, es cuando vemos si llueve, si hace calor en el día a día, a qué hora está pronosticada la lluvia o el calor más intenso durante el día; mientras que el clima es el estado de la atmosfera en alguna zona, para conocer cuál es el clima de una zona, se deben hacer mediciones por al menos 30 años, es conocer la temperatura, la humedad, el viento, y si durante esos 30 años, se siguen manteniendo la temperatura.
Como ejemplo pongamos a la ciudad de Xalapa, lo que antes era una temperatura promedio de 19°C a 21°C, hace 30 años, pero de 30 años a la fecha vemos que la temperatura promedio se elevó a 25°como promedio, podemos estar en condiciones de decir que el clima en Xalapa cambió.
Teniendo un poco más claro la diferencia entre clima y tiempo, es importante mencionar que, de acuerdo con Sandra Guzmán en su publicación la Emergencia Climática, publicado en la revista de la Universidad de México, donde menciona que, este fenómeno se ha estado debatiendo por más de 25 años, sobre todo los problemas que han surgido a causa de este villano llamado cambio climático. Para tener una idea más del problema al que nos enfrentamos, tan solo del 2019 a la fecha, cada año se considera el año más caliente que el anterior, las inundaciones son más frecuentes y causan más daño, los incendios forestales cada año que pasa son más fuertes y tenemos más recurrencia. Tan solo los incendios del 2019 a nivel global acabaron con una cobertura forestal que no podrá ser recuperada en unos 100 o 200 años, por lo que el panel intergubernamental de expertos sobre el cambio climático (IPCC) en el 2018 dijo que, si la meta mundial es evitar el aumento de 2°C como límite en la temperatura global, estaremos frente a grandes catástrofes, como la desaparición de alrededor del 99% de los corales marinos, estos corales que formas los sistemas de arrecifes, ayudan a disminuir la fuerza de las olas del mar y que no causen daños a las playas.
Ante esto, el propio panel y el programa de naciones unidas para el medio ambiente proponen disminuir el 45% de las emisiones de gases efecto invernadero, principal causante de que se acelere el proceso de cambio climático, estos gases son generados principalmente de origen antropogénico (causados por el ser humano) como son la electricidad, ya que para su generación se queman combustibles fósiles, la agricultura y otros usos del suelo, la industria, el transporte, otras fuentes de energía y la construcción. Como podemos darnos cuenta, son causados principalmente por el humano para satisfacer nuestras propias necesidades, ante esto, regreso a la pregunta inicial, ¿Por qué culpar al cambio climático, cuando nosotros somo los únicos culpables? Fácil, el cambio climático no se defiende, el cambio climático no pierde sus privilegios, ni su comodidad.
Es importante que hagamos conciencia que somos nosotros mismos los causantes, es nuestro estilo de vida consumista, nuestro estilo de vida enfocado solo en comprar y desechar, en consumir una serie de productos que, en su proceso de producción, tiene altos procesos de contaminación.
Nos encontramos ante una sociedad altamente consumista, que el propio sistema nos ha hecho pensar que, entre más consumimos, más felices podemos ser. Otro fenómeno social para tomar en cuenta, es la bipolaridad humana con respecto al medio ambiente, esto significa que, las personas si quieren que mejoren las condiciones ambientales, pero, sin hacer cambios. Claramente no obtendremos un cambio positivo si seguimos haciendo lo mismo, para disminuir los gases de efecto invernadero que causan el cambio climático incluye consumir menos, dejar de usar el auto, reciclar, ya no hablemos de dejar de consumir carne de res, al menos si disminuir el consumo (esta actividad, es una de las principales generadoras de gases que provocan el cambio climático), sino dejamos de consumir, podemos disminuir y posiblemente consumir de mejor calidad y que sea de ganadería regenerativa, usar menos el aire acondicionado de nuestra casa u oficina, dejar de comprar cosas en general. Pero eso si no estamos dispuestos, mejor que lo hagan los vecinos o la persona de enfrente, pero yo no estoy dispuesto a cambiar mi estilo de vida, pero si quiero que el medio ambiente mejore, esto es la bipolaridad humana, respecto del medio ambiente.
Si realmente queremos dejar un mejor planeta para las futuras generaciones, porque a las actuales ya les hemos fallado, debemos cambiar nuestro estilo de consumir, hacer ajustes en la forma en que vivimos, como usar menos al auto, separar nuestros residuos, consumir menos energía eléctrica, comprar menos ropa, comprar productos locales, productos que no tengas que hacer un viaje tan largo, gastando combustibles fósiles para su transportación, disminuir el consumo de carne de res y de otros animales, cuidar nuestro entorno y, cuidar el agua. Por parte de las industrias, deberán adoptar medidas para usar menos químicos, reciclar más, mejorar los diseños de los empaques para que usen menos materias primas extraídas de la naturaleza, adoptar algún tipo de energías limpias, entre muchas otras y los gobiernos hacer que se aplique la ley a la población, a la industria y a ellos mismos como gobierno, regular el uso de energías fósiles, ir buscando una transición a energías limpias.
Estimado lector, como pueden darse cuenta, tenemos un largo camino por andar, vamos tarde al encuentro del cuidado de nuestro planeta, pero no por eso, debemos dejar de realizar acciones, ya para despedirme, no seamos bipolares ambientales. Nos leemos en la siguiente entrega.