Agencias/Sociedad 3.0
Autoridades de China ejecutaron a un hombre señalado por asesinar a su ex esposa al prenderle fuego durante una transmisión en vivo en redes sociales.
En 2020, Lhamo, influencer de origen chino, estaba transmitiendo en vivo un video de sí misma cuando su exmarido, Tang apareció detrás de ella, le echó gasolina y le prendió fuego. La trasmisión se dio a través de la plataforma Douyin, la versión china de TikTok.
Lhamo, de 30 años, quién era granjera y streamer en la prefectura autónoma tibetana, murió dos semanas después a causa de heridas graves. Tang fue arrestado poco después del ataque y sentenciado a muerte en octubre de 2021.
Los medios estatales informaron que Tang tenía un historial de abuso físico hacia Lhamo, y la pareja se divorció en junio de 2020. Él la buscó repetidamente y le pidió volver a casarse en los meses siguientes, pero fue rechazado.
Según un comunicado publicado por el medio local The Paper, la ejecución fue anunciada por el tribunal popular de la prefectura autónoma tibetana de Ngawa en la provincia de Sichuán.
“El Tribunal Popular Intermedio de la Prefectura de Aba verificó la identidad de Tang Lu, condenado por homicidio doloso, y ejecutó la pena de muerte de conformidad con la ley”, así reza la orden judicial.
De acuerdo a las determinaciones legales chinas, a Tang se le permitió reunirse con su familia antes de la ejecución y según relataron las autoridades de la prefectura, todos los derechos civiles del criminal se respetaron hasta el momento de su muerte.
A causa de este asesinato y de otros, como la golpiza que un grupo de hombres propinaron a varias chicas en la ciudad de Tangshan el mes pasado, el Tribunal Supremo Popular de China ha exigido el endurecimiento de las penas contra los condenados por violencia contra mujeres, niños y ancianos.