Para quienes pensábamos que con el arribo de la mujer a cargos públicos de elección popular la corrupción iba a menguar, ha resultado una verdadera sorpresa comprobar en los hechos que en realidad no es así. En Veracruz ya tenemos solidas constancias de lo contrario por alcaldesas que pisaron la cárcel y otras más que lograron evadirla. También hemos comprobado que la pertenencia partidista nada tiene que ver, porque sean del PRI, del PAN, de MC, del PRD o de las que se inauguraron con Morena han caído en tentaciones. De esto último, se publica en el “pantallazo” de Ricardo Rocha, que en Quintana Roo Oscar Cantón Zetina, delegado de Morena en esa entidad, señala que la alcaldesa de Solidaridad (Playa del Carmen) ofreció dinero y camioneta para obtener candidatura para su reelección; y que algo semejante sucede con la alcaldesa de Benito Juárez (Cancun), Mara Lezama, quien tiene señalamientos de enriquecimiento inexplicable. Y en cuanto al gusto por el poder, en Naucalpan, la alcaldesa Patricia Durán también aspira a reelegirse, pese a acusaciones en su contra por el prurito de su apego, dicen, al recurso público.